Las Cosas Pueden Sanar

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En una habitación se encontraban tres personas, Vox, un overlord con forma de computadora, Valentino, el segundo overlord con forma de polilla y Alastor, el tercer overlord en forma de un ciervo siendo esclavo de los dos anteriores Overlords, Valentino y Vox le habían propuesto a Alastor una propuesta, si él perdía en cartas, haría lo que ellos quisieran, si él ganaba, le devolvían su alma y el trato se rompería, tristemente perdió y ahora estaba siendo brutalmente usado por aquellos Overlords, Alastor era arromántico, no estaba enamorado de nadie y mucho menos de aquellos tipos que lo estaban usando de juguete

- Hijo de puta....v-vas a ver c-cuando salga de ésta....- dijo el demonio radio

- Si es que puedes, Al, que no creo que sea posible - dijo la polilla pateando el cuerpo "débil" del cervatillo

- Estabas tan apretado y caliente - dijo Vox acercándose a él - Mañana, misma hora, diferente pose

Los dos Overlords se fueron y dejaron a aquel ciervo a las afueras del estudio donde se encontraban, Alastor se levantó como pudo y se dirigió a un lugar sin rumbo, sólo quería alejarse de ahí lo más rápido posible, le dolía todo, quería descansar, así que, se detuvo, se sentó y cerró los ojos, se quedó tan dormido que no notó cuando una pareja estaba hablándole

- Oye...¿no deberías buscar otro lado para descansar? Aquí es muy incómodo - dijo una hermosa mujer

- Me gustaría señorita, pero no tengo ningún lugar en donde descansar - dijo Alastor con voz frágil

- Puedes acompañarnos, mi esposo y yo iremos al hotel de nuestra hija - dijo la mujer

- Además, te ves fatal, ¿Qué te pasó? - preguntó el esposo de la mujer, era un poco más bajito que ella, pero sin duda era alguien de respetar por sus ropas

- Perdí una apuesta....contra Vox y Valentino, se quedaron con mi alma, estoy encadenado a ellos, hay una forma de romperlo, pero no se como....- dijo Alastor

- Ugh, esos Overlords, los odio, muchos de ellos sacan o intentan sacar provecho de ti, te engañan y luego no cumplen su palabra, pero tranquilo, primero tenemos que llevarte a otro lugar que no sea aquí - dijo la mujer - Ay, que malos modales tengo, Soy Lilith Magne y él es mi esposo, Lucifer Morningstar

- Ustedes gobiernan aquí, son los reyes, ¿por qué ayudan a un maldito locutor de radio? Además....me veo horrible, estoy manchado de éste líquido blanco y ahora soy yo la presa fácil por ser un maldito cervatillo..... - dijo Alastor con voz rota y en estática

- Ay ¿pero qué dices? Eres un lindo cervatillo - dijo Lilith

- No te ves horrible, horrible es lo que te hicieron, no como te ves en éstos momentos - dijo Lucifer

La pareja tomó al cervatillo radio y lo llevaron al hotel de su hija, quien había creado ese hotel para que los pecadores pudieran redimirse, la pareja llegó al hotel, tocaron la puerta y una chica de pelo rubio abrió la puerta

- Charlie! - gritó Lilith

- Mamá! ¿Cómo están? - dijo Charlie felíz abrazando a su madre

- Bien hija, trajimos a alguien, lo encontramos en un callejón - dijo Lilith

- ¡¿Es El Demonio Radio?! - dijo Charlie alterada

- Tranquila hija, no te hará nada, sólo lo trajimos para que pudiera descansar un poco - dijo Lucifer

- Está bien, arriba hay una habitación libre, puede pasar tiempo ahí y descansar, todos son bienvenidos aquí - dijo Charlie con una sonrisa - ¿Cuál es su nombre?

- Alastor - dijo Lilith

Alastor era el primer invitado de Charlie en su hotel, le gustaba que alguien estuviera en su hotel, se sentía sola, Vaggie había salido de vacaciones y Angel y Husk estaban en una cita, ella estaba sola en ese lugar....

- Bueno hija, me gustaría quedarme, pero los Overlords me llaman para una junta, ugh, seguramente una queja, te amo mi querida Charlie, volveré en la tarde - dijo Lilith yéndose de ahí

- Yo me quedo contigo querida Charlie, te ayudaré a arreglar éste hotel - dijo Lucifer

Charlie y Lucifer comenzaron a limpiar aquel hotel, limpiaron arriba, abajo, el bar, la discoteca y otros lugares, ambos subieron y tocaron la puerta de la habitación de Alastor

- ¿Pasa algo su majestad? ¿Princesa? Si es así, me iré de aquí y no los molestaré, sólo quería tomar un baño, es todo, puedo irme si los molesto - dijo el demonio radio con una sonrisa en su rostro

- ¿Qué? ¡No! Sólo venimos avisarte que mi padre y yo queremos invitarte a comer con nosotros y poder conocernos más, si es que quieres....claro - dijo Charlie

- Claro princesa, bajo en unos minutos...yo...estoy arreglando algo....- dijo Alastor cerrando la puerta

Una vez que cerró la puerta, fue al baño, se miró y vió que tenía marcas de golpes en su cuerpo, lo habían golpeado muy fuerte, Alastor se arregló el traje y bajó las escaleras

- ¡Alastor! Por acá está la cocina, siéntate - dijo Charlie amablemente

- Claro....- dijo Alastor

- Sé que no es mi incumbencia pero...¿Qué te ha pasado en la cara? - preguntó Charlie un poco preocupada

- Ah...eso..y-yo...verá princesa...eso es...

- Vox y Valentino lo golpearon, se aprovecharon de él y se quedaron con su alma - dijo Lucifer

- ¡¿QUÉ?! ¡ESOS HIJOS DE LA GRAN MIERDA! ¡¿CÓMO PUEDEN HACERLE ESO A ÉSTE POBRE LOCUTOR DE RADIO?! - gritó Charlie alterada

- Charlie.....cariño, tranquila....- dijo Lucifer tratando de calmar a su hija

- Lo siento, me alteré

- Descuida querida, igual, a nadie le importa, no soy nadie importante en la vida de alguien....- dijo Alastor con una sonrisa

- ¿Cómo puedes decir eso con una sonrisa? - dijo Charlie preocupada

- Es la mejor manera de demostrar algo para ocultar otra cosa que no quiero que alguien más vea - dijo Alastor - Mi madre dijo "Una sonrisa puede significar muchas cosas" lo recuerdo antes de no volverla a ver.....ella era una mujer tan hermosa, le gustaba la cocina, el Jambalaya, una receta mortal que casi la mata, mi madre era alguien especial para , nunca supe de mi padre y no quiero saber de ese hombre que abandonó a mi querida madre, debe estar sola y triste porque no sabe nada de mi paradero....- finalizó el demonio radio con una sonrisa

- Lamento eso, pero tu madre debe ser una mujer que te recordará - dijo Lucifer triste por la historia de Alastor

- Lo sé, yo sé que ella aún me recuerda, pero me gustaría verla una última vez, pero bueno, gracias por la comida...debo irme a la habitación....no quiero ser una molestia - dijo el cervatillo

- No eres una molestia, puedes quedarte aquí si gustas - dijo Lucifer - Éste hotel está muy solo

- Gracias, su majestad - dijo Alastor

El Angel De La RadioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora