Capítulo 1

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Narrador omnisciente

En el extremo norte de la Nación se asentaba la manada "Anubis", esta era una de las sedes más violentas a comparación de las restantes. Pues allí aún se mantenían las arcaicas costumbres.

Un ejemplo de éstas horribles costumbres era el rito de iniciación.

Cuando un habitante llega a la edad de veinte años y su lobo se presenta, su modo de vida cambia por completo. Si eres un Omega, tu vida sería una tortura por el resto de tus vidas, si es que logras pasar los treinta años.

Para resumir un poco, se los aislaban instantáneamente y luego lo desnudaban frente al consejo que estaba, por supuesto, constituido por Alfas.

Ellos tomaban la decisión sobre las vidas de los pobres Omegas machos y hembras.

Algunos se convertían en esclavos sexuales de poderosos Alfas O Betas que llegaban a tener algo de respeto, otros eran enviados a trabajar las tierras, muchos usados para reproducirse, también había quiénes quedaban como empleados domésticos y otros los elegían para los ritos de iniciación.

Si, ser Omega en la manada Anubis era una mierda. Algunos tuvieron la suerte de poder escapar, sobre todos los que venían de familias con alto poder inquisitivo, pero por lo general no tenían salvación pues si en tu familia la mayoría era Alfa o Beta y llegabas a ser Omega serías como la verguenza, la oveja negra.

Muy contrario a si eres un Alfa puro, apenas te presentas deberás pasar dicho rito, que consta en ultrajar (abusar) y masacrar a un Omega frente al resto de la manada.

Una vez cumplida la iniciación tienes el permiso de tomar a los Omegas que quisieras, te entregaban los papeles de una casa de gran tamaño, tierras para el sembrado y ganado, y dos grandes cofres llenos de dinero con la posibilidad de poder subir en la escala de lo económico. 

En otras palabras tendrías una vida llena de lujos. Lo que cualquier persona querría.

Ser Alfa, o Alfa puro, era una enorme bendición. Pero no muchos tenían esa suerte, no más del cinco por ciento de la población le sucedía.

-Por favor, no quiero hacer esto- Rogó con la voz entrecortada Jeon JungKook, quién acababa de presentarse como Alfa puro.

Ahora se encontraba en un pequeño cuarto mientras unos Omegas le colocaban una bata negra de seda. Debajo de eso estaba completamente desnudo.

Park ChanYeol, uno de los cinco líderes de la manada, se carcajeó.

-¿Acaso eres idiota, niño?- Le cuestionó ahora cambiando su semblante a uno serio - Todos matarían por presentarse como Alfa puro, eres el primero en hacerlo luego de diez largos meses- Gruñó.

Koo bajó su cabecita luciendo apenado, él debería estar agradecido, por supuesto que lo sabía, pero no se veía capaz de tomar por la fuerza a un Omega, mucho menos asesinarlo.

Ni por todo el dinero y la gloria del mundo.

-Lo sé, pero no quiero lastimar a nadie - Balbuceó aún con su cabecita baja. Su cuerpo temblaba y lo hizo peor cuando el mayor gruñó con molestia.

-Déjennos solos- les ordenó a los Omegas que estaban a un costado esperando órdenes.

Los de menor rango salieron disparados de la habitación luego de regalarles varias reverencias respetuosas a los Alfas. Jeon las hubiese respondido pero no los estaba mirando a ellos.

Un estruendo y una maldición se escucharon por parte de Park. Jeon levantó su mirada y notó que el castaño había dado vuelta un escritorio y ahora trataba de calmar su respiración.

CEREMONIA DE INICIACIÓN [KOOKV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora