Sacrificio.

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Han pasado unas semanas desde que Taromaru mordió a Ayato  y Thoma se vio envuelto en una complejidad moral, ¿Preferir a su amigo o compañero o preferír a su señor?, a quien juro más de una vez sería fiel; no es una decisión fácil, Si elige a Taromaru sobre Ayato medio inazuma de iría sobre el gracias a los vínculos del clan Kamisato.

En cambio, si preferia a Ayato sobre tarumaru se vería obligado a matar a su amigo, Thoma no soportaría perder otra mascota, perder otro compañero, perder otro pedazo de su alma.

¿Y por quién?, por la misma persona que le arrebato a el anterior.

Ehty, el Pastor Alemán que Thoma adoptó a principios de el año y que ahora estaba desaparecido, más bien, muerto.

¿Cómo se enteró?, eso simple,muy simple,he hecho.

El mismo Ayato se lo dijo.

Cómo tal, no se lo dijo a Thoma de frente si no que lo escucho de manera accidental mientras limpiaba la finca, aún recuerda el momento.

Thoma caminaba por la finca Kamisato, ya era bastante tarde así que la mayoría de sirvientes estaban dormidos o en sus propios asuntos.

Se disponía a entrar en la cocina para lavar platos y cocinar el desayuno próximamente, eso hasta que escucha un plato romperse y su instinto le obliga a querer abrir la puerta,más se detiene al escuchar la discusión que se da atrás de esta.

"¿¡Y TU CREES QUE NO ME SIENTO CULPABLE?!"

Inmediatamente reconoció a la persona a la que pertenecía la voz, su señora y ama; Ayaka.
Se pregunto internamente con quién estaba discutiendo, hasta que escucho otra voz que reconoció como Ayato.

"¡Tu hiciste lo mismo, no me eches en cara todo esto!"

Siente que debe intervenir, que debe entrar y detener la pelea que se desarrolla con ambos hermanos, al momento de tomar la puerta con sus manos y dispuesto a deslizarla hacia a un lado para detener la disputa, otro comentario lo hace detenerse y pensar.

"¡Al menos yo no mate a su mascota, ni tampoco hice que se la comiera sin saberlo!"

Los ojos de Thoma se inundan en lágrimas al escuchar eso, también siente arcadas en su estómago y siente que quiere vomitar. Regresa a la realidad luego de escuchar un golpe sordo seguido de un grito, con la rapidez que puede se seca las lágrimas y abre la puerta corrediza que da al interior de la cocina.

Ayaka está en el suelo sujetando su enrojecida mejilla mientras lágrimas recorren su rostro, frente a ella, Ayato quien se ve sumamente molesto cambia su expresión al ver a Thoma, una sonrisa torcida y perturbadora que hace que Thomas sienta su estómago revolverse.

El asunto no pasa a mayores, Ayato se justifica y Ayaka lo apoya, nunca entendera porque Ayaka no dijo nada pese a tener las pruebas suficientes para inculpar a su hermano de todo, cosas de hermanos.

Thoma se pregunta internamente que otras cosas ha hecho Ayato y que cosas hizo Ayaka.

No sale de su cuarto por dos días, al borde de un colapso y con arcadas y vomito durante todo ese tiempo, el solo hecho de recordar que se comio a su perro sin saberlo lo hace sentirse enfermo, como un mounstro.

Pero la vida continúa para el, dividido en un duelo moral que por ahora, Taromaru va ganando.

Recorre la ciudad de Inazuma con la mirada perdida, pensando en si perder nuevamente a su compañero canino o volverse enemigo de Inazuma.

Su recorrido se detiene luego de que Yoimiya, quien vio a Thoma caminar sin rumbo de pone frente a el.

— ¿Estás bien?

Pregunta la mujer con una mirada nerviosa e intranquila, aparentemente el incidente de Taromaru y ayato no salió de la finca, así que era anormal que todos vieran a Thoma sin su brillo de siempre.

Sin saber cómo explicar más ahora que están en público, Thoma agarra la mano e Yoimiya y la aleja de miradas curiosas, una vez lejos el hace lo posible por no derrumbarse y ponerse a llorar, por primera vez desde que llegó a Inazuma.
Ni si quiera los comentarios xenófobos de los guardias de la finca hacia el por venir de otra nación lo hicieron sentir así.

Explica, con un nudo entre la garganta y el corazón su situación, cada palabra que dice hace que Yoimiya se ponga más palida.

Pero claro, ella también desconoce el porque Taromaru atacó a Ayato de esa manera, Thoma también excluye el hecho de que sabe que los hermanos Kamisato parecen, no, son, asesinos.

— Bueno, no se porque Taromaru atacó a Ayato de una manera tan agresiva, pero dado al debate moral en el que estás creo que deberías considerar que quizá Taromaru mordió a Ayato no por impulso o por protección, si no por que simplemente quiso morder,  si fuera yo creo que preferiría a mi amado antes que a mí mascota, quiero decir, la mascotas son importantes, si, pero elegiría la seguridad de mi pareja antes, y tú y yo sabemos que Ayato haría lo mismo.

"¿Proteger?" Piensa Thoma mientras escucha a Yoimiya hablar, claro, no puede explicarle el porque no quiere elegir a Ayato sobre tarumaru, no puede decirle que Ayaka es una cómplice de los asesinatos.

"¿Quiere protegerme?, No soy débil para necesitar que me protejan." Piensa Thoma mientras repite las palabras de Yoimiya en su mente, pronto llega a una decisión y agradece a Yoimiya por ayudarlo a tomar una decisión.

"El quiere protegerme... También debería protegerlo, ¿No?"

Y en su cerebro una serie de cables se cruzan, llega a la conclusión de que Ayato quiere defenderlo de clanes rivales, quizá esas personas que encontró muertas eran personas que buscaban secuestrarlo, quizá esos sirvientes desaparecidos eran traidores, quizá Ehty era un perro espía.

Piensa, cualquier cosa para justificar el comportamiento de Ayato, y como no, el de Ayaka también. Cualquier cosa que le diga que sus señores no son malas personas, que todo lo que hicieron fue por un bien mayor.










Taromaru es sacrificado al día siguiente.


***

So yea, actualizo esto después de un año JAJA

Pobrecito Thoma, cegado por amor y queriendo justificar todo por más ridiculo que sea

Buen, eso es todo por hoy recuerden que si les gusta la historia pueden darle a la estrellita y dejar un comentario

¡Bay bay!

— Yann, Melody of death.

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