EXTRA

782 60 4
                                    

8 AÑOS DESPUÉS


— ¡Isaac, las flores!

Escucho exclamar a Jackie.

Salgo de mi habitación, y bajo las escaleras, mirando con una sonrisa a la morena.

— Ive, deberías de estar alistandote.

Me regaña Lee al verme.

— Que no te vea Alex, sabes que es de mala suerte ver a la novia antes de la ceremonia. — Dice Hayley, acercándose a mi.

— Lo se, solo quería venir a ver cómo esta todo.

— Está todo perfecto, no tienes de que preocuparte. — Me responde Jackie. — Ahora, ve a alistarte.

— No puedo sola. — Chille. — Arruinare mi peinado. Necesito a Kath.

— ¡Aquí estoy, aquí estoy!

Mi suegra entra casi corriendo al comedor, y respira con fuerza.

— Gracias a Dios. — Suspiré aliviada.

— Hayley, ¿Nos acompañas? — Le dice.

— Por supuesto.

La morena mayor le da un último mordisco a su sandwich, y se levanta de su lugar.

— Vamos, cariño. — Me dice Kath, con una dulce sonrisa.

Sonrió, y subo las escaleras, dando pequeños saltos.

— ¿Tienes quien te maquille, Ive?, puedo ayudarte en esa parte. — Hayley toma mis tacones, en lo que yo me siento en mi cama.

— Por favor. — Le digo, respecto a su propuesta.

Libero mis pies, y la morena me coloca con delicadeza dichos zapatos altos.

Kath me ayuda, soltando el lazo de mi bata, mientras Hayley toma mi vestido entre sus manos y lo posiciona arriba de mi.

— Cuidado con el peinado. — Murmure, soltando una pequeña risa.

El blanco vestido baja por mi cuerpo, y con mis manos acomodo la parte del escote.

— Ahora, el maquillaje. 

Volví a sentarme, y Hayley comenzó a realizar su trabajo.

Al cabo de unos minutos, la morena retocaba mis labios, siendo la última parte del maquillaje.

— ¿Te suelto esto? — Me pregunta Kath, haciendo referencia al pequeño pero efectivo lazo que tenía en mi cabello.

— Si, por favor. 

La pelirroja toca suavemente mi cabeza, y de un solo movimiento, el lazo cae al suelo.

Kath me acomoda el cabello, una pequeña porción en la parte de al frente y la otra por la espalda.

— Tengo algo para ti.

La morena saco un pequeño cofre de su bolsillo trasero y me lo extendió.

— ¿Que es? — Curiose.

— Ábrelo. — Me sonríe.

Acate lo dicho, y en este había un pequeño, sencillo y brillante ganchito.

— Es precioso... — Murmure.

— Kath me lo obsequio el día de mi boda, ahora, yo quiero obsequiartelo a ti en tu día especial, Ive.

Sonríe con ternura, y la abrace fuertemente.

— Gracias, Hayley. — Tome el ganchito y se lo extendí. — ¿Me lo colocas?, por favor.

𝑬𝒏𝒄𝒉𝒂𝒏𝒕𝒆𝒅 // 𝐀𝐥𝐞𝐱 𝐖𝐚𝐥𝐭𝐞𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora