Dry Flowers

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― Son las... ― mira fijamente hacia la hora de su celular ― 4 de la tarde?!

Estar sentada escribiendo durante 6 horas no era sano para su salud. No era vida.

Y aún así le calculaba 2 horas más para terminar.

La vida de un estudiante es sentir que las horas pasan tan lento, y a la vez tan rápido.

― ¡No es posible...! ― bostezó Aoi, su cuerpo estaba casi entumecido en la misma posición, y no veía que terminaba.

No había corrido un maratón y su cuerpo de la cintura para abajo estaba desmayado, sentía que si se levantaba sus piernas no podrían soportarlo.

Su estómago gruñó y recordó que no había almorzado nada, su madre no estaba en casa y de aquí a que empezara a cocinar, mejor esperaba a terminar sus tareas, y así podría ayudarla a la hora de la cena.

No tenía de otra.

Aunque... Su madre siempre dejaba de comer para todos, a lo mejor había guardado su almuerzo para cuando tuviera hambre y comer.

En un brinco, se levanta de la silla corrediza, había encontrado una solución a todo sus problemas, pero como se mencionó antes, su cuerpo le juega mal, perdiendo el equilibrio en su sitio.

― Ah... No aguantaré, nada me hará cambiar de opinión! ― decía mirando todo al revés, en cuanto estiraba su espalda a más no poder con ambas manos sobre sus caderas, intentaba que su pereza y cansancio se fueran de esa manera de un estirón.

He aquí, Aoi Nika, deja en su sitio sus cascos apagándolos en el proceso, y decidide en ir directo a la cocina.

Oh bueno, a eso iba hasta que ve del cuarto de su hermano mayor, cómo las luces de su habitación se encontraban encendidas sin su hermano en casa, le generaba cierta curiosidad y temor.

A paso sigiloso se acerca un poco hacia el marco de la puerta, lo que sea que estuviera en su cuarto, lo iba a moler a cuadernazos, claro que, en esos momentos estaba desarmada, pero nada le costaba devolverse e ir por su libro de Geometría Analítica y estampárselo en la cabeza.

Mínimo debe quedar tendido en el suelo, mínimo.

― Atarashī hito to narabu Kimi wa (Sabes, me pregunto cómo te vea)...

«Ésa voz»

― Chanto umaku yarete iru no kana (¿De verdad te va bien con alguien nuevo?).

― Esa voz... La conozco, pero ― acercándose mejor, pudo divisar perfectamente el portador de aquella voz.

«¿Kurenai-San?»

Este yacía despreocupado en el suelo, recostando la cabeza sobre la cama y hacia atrás a vistas del techo ¿Pero... Cuándo llegó?

― ... Demo mushi dekizu ni mata sukoshi henji (... Pero no puedo evitarte, así que respondo cada mensaje que envías).

― Ah...

― ¡Koe mo, kao mo! Bukiyō na toko mo! Tabun ima mo kirai janai no. Doraifurawā mitaku jikan ga tateba. Kitto Kitto Kitto Kitto iroaseru (¡Tu voz, tu cara! incluso su torpeza...! Me gustan cada vez más, quizá no puedo odiarte. Cómo flores secas, nuestros colores se desvanecen... Al igual que todos los días que pasamos juntos...)

Completamente, no parecía él mismo, se hacía parecer que estaba solo en casa y parecía que tenía la libertad de expresarse entonando sus mejores canciones.

― Shu canta increíble Dry Flowers, tan... Suave.

«Momento...»

― ¿¿Él sabrá que estoy aquí?? ― susurró para sí misma, dudosa de entrar o no en aquella habitación.

Lonely || ShuNikaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora