Antes de subirse a la cama, echó un vistazo a su alrededor, asegurándose de que su papá no estaba cerca. Llevaba ya dos días escapando de su habitación para ir a dormir la siesta con su querida mamita, pero por alguna razón que él no entendía, su padre siempre lo descubría y lo llevaba de vuelta a su cuarto. Era molesto, demasiado. Sin embargo, no pensaba rendirse; Estaba decidido a dormir junto a su mamita, aunque tuviera que llorar todo el día para lograrlo.
Esa tarde se aseguró de que su padre estaba ocupado en su estudio. Sabía que su mami tomaba su siesta a las 3 de la tarde, mientras que la suya era a las 2. Cuando descubrió esto, decidió que, a partir de entonces, su siesta sería a la misma hora que la de su mamá, así nadie. podría impedirle estar a su lado. Pero su padre, sin cuánto importa lo intentara, siempre lo descubría y lo regresaba a su cuarto. Era molesto, demasiado molesto, pero estaba decidido a no rendirse.
Entró con cuidado en la habitación, esforzándose al máximo por no despertar a su madre, que yacía dormida en su cama. Se acercó con el mayor sigilo, celebrando en silencio cuando tocó la suave superficie de la cama; Estos eran un gran avance. Justo cuando estaba a punto de subirse, oyó la puerta abrirse detrás de él. Sintiéndose acobardado y sabiendo lo que venía, se metió rápidamente bajo la cama, aferrándose al suelo con todas sus fuerzas. Su corazón latía con fuerza mientras esperaba en silencio, deseando que su padre no lo descubriera.
—¿De nuevo, JingYi? —oyó la voz cansada de su padre, que parecía resignado a la situación—. Ya lo hablamos, hijito...
—¡Quiero a mami! —gritó, sintiendo cómo le agarraban el pie, lo que solo aumentó su desesperación—. No, no, no... —murmuró, sintiendo las lágrimas deslizarse por su rostro—. No quiero...
Xichen, con un suspiro de cansancio, tomó al niño en brazos. A pesar de la rabia que JingYi le dirigió con su mirada más molesta, a sus tres años, y con esas mejillas a reventar, solo logró derretir el corazón.
—No me mires así, dulzura... —dijo Xichen mientras abandonaban la habitación—. Sabe que mami tiene un horario bastante pes
Juntó las mejillas del pequeño para cal
—Quiero a mami... —murmuró JingYi, con los ojos lloroso, otro día en el que fracaso.
—Tu mami también te quiere, corazón, pero no es buena idea interrumpir su siesta... —consoló el mayor, intentando suavizar el golpe—. Vamos, te llevaré a tu camita a mi oficina.
El niño se acercaba sin mucho ánimo, sintiendo cómo su padre llenaba su mejilla de besos. Aunque ese gesto era reconfortante, no podía evitar la tristeza de no poder dormir de nuevo con su mamita. Quizás mañana... pensó, aferrándose a la esperanza de que algún día podría estar a su lado
El resto del día pasó sin inconvenientes. En cuanto Jiang Cheng despertó, lo primero que hizo fue buscar a su pequeño, deseando pasar el día con él. También lo extrañaba, y era parte de su rutina; así, Xichen podía descansar un poco, ajeno a los deseos de su cachorro que anhelaba la compañía de su mamá.
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¡Quiero a Mi Mami!
FanfictionJingYi solo quiere estar todo el día con su querida madre, ¿Por qué es tan malo eso?