Me encuentro de pie frente a las majestuosas puertas de la universidad de música más prestigiosa de todo el país, siento una mezcla de emoción y nerviosismo revoloteando en mi estómago. Con mis maletas y mi mochila en la espalda cargada de sueños, me preparo para dar el primer paso hacia mi futuro.
Después de muchas audiciones para poder quedar seleccionado, logré entrar, aunque me llamaron un poco más tarde que al resto de los alumnos nuevos. Me hace muy feliz que me hayan aceptado. Los seleccionados fueron llamados hace dos meses, por lo que toda la clase ya lleva dos meses de conocerse y entrar en el mood musical. Tan solo espero que no me cueste hacer amigos y estar en la misma sintonía que mis demás compañeros.
El sol brilla en el cielo, iluminando el campus con su cálido resplandor. Observo a los estudiantes que pasan, algunos con partituras en mano, otros tarareando melodías en voz baja. Me pregunto si alguno de ellos será mi amigo, mi compañero de banda o, tal vez, algo más. La verdad, sí me gustaría conocer a alguien a quien amar después de un tiempo que pasó una ruptura amorosa que me costó mucho, ya que él estuvo con muchos más y la verdad eso me hizo sentir muy reemplazable.
Con un suspiro de determinación, empujo las puertas y entro en el edificio que tiene una imagen de edificio antiguo pero no abandonado. El aire está impregnado del dulce aroma a madera y papel viejo, mezclado con el sonido distante de notas musicales flotando en el aire.
Me detengo frente a un tablón de anuncios lleno de carteles de eventos musicales, audiciones y clases extracurriculares con el fin de encontrar información de mi clase. Mientras examino los papeles, una voz suave y amable me saca de mi ensimismamiento.
-¿Necesitas ayuda con algo? -pregunta la voz.
Me vuelvo para encontrarme con una chica de cabello castaño con rulos y ojos brillantes que le acompañan un delineado de colores y que me mira con curiosidad. Se presenta como Bea, una estudiante de primer año igual que yo.
-Soy Álvaro, Álvaro Mayo -respondo, devolviendo su sonrisa.
-Oh, eres el nuevo! La directora nos dijo que hoy llegaría el último integrante de nuestro curso -dice Bea emocionada.
-¿Soy el último? Qué vergüenza -digo pensando en lo que pensarán el resto del curso.
-No pasa nada, se ve que eres muy agradable, seguro que les caes bien a todos -me dice.
Bea se ofrece a guiarme por el campus. Mientras caminamos juntos, charlamos animadamente sobre nuestras pasiones musicales. Me cuenta sus géneros musicales y cantantes favoritos, y también le cuento los míos. Bea menciona a sus amigos de clase, Martin y Juanjo, quienes están juntos y también comparten el amor por la música. Me dice que les agradará conocerme.
Al entrar al aula, Bea camina emocionadamente hacia dos chicos que están sentados juntos en primera fila, besa en la mejilla a los dos chicos que supongo que son Martin y Juanjo.
-Chicos, él es Álvaro, el nuevo integrante del curso -me presenta Bea. -Él es Juanjo, y él es Martin.
-Dios, me encanta tu outfit! -me dice Juanjo.
-Un gusto, Álvaro. Bienvenido, cualquier cosa no dudes en venir y contarnos -dice Martin.
Me siento junto a Bea, que está detrás de Juanjo y Martin. Bea señala hacia un grupo de chicas que charlan animadamente en una esquina.
-Esas son Chiara y Violeta -dice. -Son mejores amigas, pero a veces creo que podrían ser algo más que eso.
Asiento con interés, observando a ambas chicas, una de lentes y muy tierna y la otra con un cabello anaranjado que le queda divino. Detrás de ellas hay un grupo muy ensimismado conversando de algo que los tiene muy metidos. Bea me dice que la chica de cabello oscuro es Naiara, junto a ella hay un chico muy guapo que me dice que se llama Lucas, junto a él está otro chico que abraza a una chica rubia, Bea me dice que son Alex y Denna.
De repente, la puerta se abre de nuevo y entra un chico con una energía contagiosa. Todos los ojos se vuelven hacia él y en el grupo de atrás Naiara y Lucas levantan la mano para llamar su atención, haciendo que Paul sonría mientras se desplaza con confianza por el aula. Su cabello desordenado va desordenado pero hace que se vea muy bien, va luciendo una chaqueta muy particular. A medida que avanza, puedo sentir su mirada mientras una sonrisa se dibuja en sus labios, y al hacer contacto me avergüenzo y rompo el contacto visual de golpe. Su mirada parece contener un mundo de posibilidades, y siento un escalofrío recorrer mi columna vertebral.
¿Quién es este chico, y por qué me afecta de esta manera?
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Melodías del Corazón (Polvorón)
FanfictionÁlvaro Mayo, un talentoso músico con grandes sueños, se embarca en una nueva aventura al ingresar a la universidad para estudiar música. Aunque está emocionado por las oportunidades que le esperan, también se siente nervioso por adaptarse a su nuevo...