♡ 𝕹𝖚𝖊𝖘𝖙𝖗𝖔 𝕾𝖊𝖈𝖗𝖊𝖙𝖔 ♡ (𝕷𝖆𝖗𝖗𝖞 𝖝 𝕷𝖆𝖜𝖗𝖎𝖊)

III

¿Amor?

Lawrie le indicó a Larry que lo encontrara en la fuente de Starr Park, donde había una figura en forma de estrella con agua saliendo de su boca y ojos, una peculiar fuente que atraía a la gente para tomar fotos.

Lawrie llegó al lugar con una caja de dulces que contenía 30 sabores diferentes, envuelta como un regalo especial, ya que sabía lo mucho que a Larry le gustaban los regalos. A pesar de saber que su hermanito seguramente lo perdonaría, Lawrie se sentía nervioso. ¿Por qué los nervios volvían repentinamente? Esta confusión lo invadía.

- "¡Lawrie, ya estoy aquí!" exclamó Larry con una sonrisa.

Al escuchar la voz de su hermano, Lawrie se dio la vuelta rápidamente, colocando detrás suyo el regalo preparado. Al ver a Larry, sus mejillas se volvieron de un rojizo carmesí, detestando sentirse de esa manera y sin querer admitirlo.

- "¿Pasa algo, Lawrie?" se acercó Larry.

- "Estoy bien, todo está en orden... Esto es para ti..." Lawrie le mostró la caja de dulces envuelta en papel que había preparado.

Al ver el regalo, los ojos de Larry brillaron de sorpresa, sin poder creer que su hermano le estuviera dando un regalo por primera vez. La alegría inundó su ser, casi sintiéndose como si estuviera soñando pidiendo que lo despertaran.

- "¡¿En serio?! ¡¿Es para mí?!" preguntó Larry, tapándose la boca asombrado.

- "Sí... es para ti", respondió Lawrie un tanto avergonzado por su inusual acción.

Larry tomó el regalo y comenzó a desgarrar lentamente la envoltura, lleno de curiosidad por lo que encontraría dentro. Al finalizar de quitar toda la envoltura, se sorprendió gratamente al descubrir que Lawrie le había regalado dulces, pero no unos cualquiera, sino aquellos que había estado deseando probar. Observó los dulces y luego miró a su hermano, quien le sonreía con un leve rubor en las mejillas. Larry dio unos pasos hacia adelante y se acercó para abrazarlo.

Lawrie aceptó el abrazo con gusto, disfrutando de la calidez que emanaba de su hermano. Quería retener ese momento para siempre, sin importarle si eran observados por la gente en el parque o por R-t en las cámaras. Solo quería disfrutar el momento, pero sentía que aún faltaba algo: disculparse con Larry.

- "Larry, perdón... te dejé solo," se disculpó Lawrie, arrepentido por su comportamiento.

- "L-Lawrie..." Larry estaba realmente desconcertado por las emociones encontradas que surgían en este extraño y especial día.

- "Yo sé que no soy el mejor hermano... pero trato de serlo," confesó Lawrie, expresando sus sentimientos con sinceridad.

- "¡Lawrie, no digas eso!" exclamó Larry sorprendido por las palabras de su hermano.

Dejando de abrazarlo, Larry tomó a Lawrie de los hombros, lo miró fijamente y expresó: "¡Eres el mejor, Lawrie! Siempre estás ahí cuando te necesito, me apoyas en todo, me cuidas, me proteges... Por eso te quiero mucho." Al finalizar la frase, las mejillas de Larry se sonrojaron con la emoción del momento.

Lawrie suspiró, reconociendo que su hermano tenía razón, y le respondió con sinceridad: "Yo también te quiero. Eres muy especial para mí." lo miró con una leve sonrisa.