Capítulo 34 - Negociaciones

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POV Haerin

¿Porque a la vida le gusta cambiar constantemente? Cuando te empiezas acostumbrar a la situación, cambia por completo cuando menos lo esperamos. Dejando nuestro mundo irremediablemente destrozado. En un día, Danielle destilaba odio y rencor, y ahora ella estaba acostada en mi cama en un sueño profundo.

Loco...

Negué mentalmente y sonreí mientras miraba su expresión serena mientras dormía. Le acaricié sus mechas oscuras en un cariño tranquilo, sintiendo a la mujer suspirar cómodamente.

- ¿En que estaba pensando cuando me involucré contigo?

Le susurré a Danielle que ni siquiera escuchó. Deslice mi pulgar sobre la suave piel de su cara, observando lo hermosa que se veía dormida. Con certeza Danielle Marsh es una de las obras más bellas jamás hechas.

"Estás siendo demasiado estúpida Haerin"

Me dije a mí misma en mis pensamientos. Pero fue en vano, no podía disminuir la intensidad de lo que sentía por esta mujer era enloquecedor cada vez ella robaba otro pedacito de mí. ¿Esto podría ser normal? Si era normal, no podía decirlo. Yo solamente lo sentía.

Sentía una necesidad de estar cerca, de sentirla conmigo. De oír su voz, de recibir su mirada penetrante, y sus cariñosos besos. Querer a Danielle era como un laberinto sin fin, nunca se sabía cómo parar. Una especie de frenesí en sentimientos. Yo estaba perdida, porque el destino trató de unir a dos personas las que probablemente nunca iban a encajar, o incluso podrían estar. Sonreí y continué con mis caricias cuando ella se movió lentamente, acurrucándose en mis brazos en busca de calor. En el instante en que su cuerpo se unió a la mío, detuve mis caricias, recibiendo una queja casi inconsciente.

- No pares, no... - susurró ella somnolienta haciéndome sonreír.

- Pensé que estabas dormida.

Danielle sonrió débilmente, con un suspiro fuerte.

- Si me quede despierta para ti.

Me mordí los labios y sonreí. Su embriaguez la dejaba cariñosa y mansa, mostrando una Danielle totalmente rendida. Muy diferente delo que estaba acostumbrada.

- Me detendré.

- Entonces ya voy a dormir, Rinnie. Solo continúa...

Danielle susurró juntando más mi cuerpo con el de ella, poniendo su cara en el hueco de mi cuello. No demore mucho para sentir sus labios ir en contra de mi piel en un beso calmado. Cerré los ojos sintiendo su mano deslizarse lentamente sobre mi abdomen con caricias y una pizca de picardía.

- Danielle...

- ¡Si! estate quieta Rinnie. Son solo caricias.

Ella susurró subiendo con su mano hasta mi pecho, por encima de la tela de la ropa que llevaba. Dejo la mano inmóvil por un momento, hasta que poco a poco comenzó a masajear.

- Estás borracha. Para.

Ella sonrió y se mordió el labio.

- Sólo un poquito. Déjame continuar, tu amas mis caricias.

Entrecerré los ojos hacia ella y sonreí. Lo que sólo dio más ganas para hacer que continúe con sus caricias. Danielle dejó que sus manos adentrarse en la sudadera que llevaba, deslizando sus dedos a través de mi abdomen calmadamente. Sus labios se deslizaron tranquilamente por mi cuello, forzando a mi cuerpo pedir por más.

- ¿Por qué no puedes estar tranquila?

- No se puede estar quieta con una mujer como tú a mi lado Haerin.

The Stripper (Daerin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora