Capítulo 40 - ¿Todo funcionará?

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Pov CL

Me quede por algunos momentos más observando todo el movimiento del club, hoy era otro día abarrotado. Gracias a Dios, o mejor, gracias a Vanessa. Negué con la cabeza pensando que no iba a venir esta noche, y tanta irresponsabilidad me llenaba de furia. Haerin Vanessa siempre había sido impecablemente profesional en "Imperium", hasta que conoció a Danielle, por supuesto. Ni siquiera quiero pensar en eso ahora mismo, su tiempo de presentarse ya había pasado, y no había ni una señal, ni siquiera una maldita llamada. Wonyoung tomo su lugar esta noche, la morena era mi segunda mejor bailarina del lugar, su cuerpo escultural y la facilidad que tenía para seducir, cubría la ausencia de Vanessa. Pero no mucho, la "intocable" tenía clientes que solo asistían por ella, por nadie más. Clientes importantes, magnates de Seúl.

-Escuche que Vanessa no vino. 

Tome una respiración profunda, permanecí en el mismo lugar en el que estaba. Lleve el cigarrillo a los labios, expulsando fuerte el humo por la boca, para después voltearme hacia Sana. La mujer se veía hermosa, y sonreía como si dijera "te lo dije".

-No tiene caso que pongas esa cara de funeral CL, Sabíamos que esto iba a pasar tarde o temprano. Ausencias y negligencias.- la mujer hablaba pacientemente mientras caminaba hacia el gabinete de bebidas, sirviéndose un Martini.

-No debe hacerme esto, yo fui la persona que más la ayudo.

-Ya se olvidó de eso, tiene a Danielle ahora.

Danielle... solo el nombre me hacía sentir una gran repulsión. Maldito el día en que entro al club. Apreté fuerte el vaso, sintiendo que en cualquier momento se rompería entre mis dedos. Hasta que sentí los delgados dedos de Sana deslizarse por mis brazos en una caricia.

-Te lo dije, CL, pero aun así te apiadaste de ella.- susurraba sus palabras fríamente en mi cuello, causando que todo mi cuerpo temblara.- Vanessa no merece tu compasión.

-No es su culpa, es culpa de Danielle.- dije con enojo.

Sentía a Sana sonreír a mis espaldas, su mano subió a mi hombro donde apretó lentamente, en un lento y relajante masaje.

-No importa de quien es la culpa, no podemos dejar que nuestro plan se venga abajo. No podemos dejar que Danielle se lleve a Vanessa de Imperium ¿Cierto?

Dijo Sana suavemente, mientras dejaba que sus labios húmedos se deslizaran por toda la extensión de mi cuello. Solo asentí. Nunca nos habíamos envuelto de forma carnal, pero esta noche pareciera que quería algo más.

-Cierto.

-Perfecto. Ahora quiero que bajes al piso principal del club. Sabemos que la Señorita Kim está ahí. Y convéncela de conocer a nuestra pobre bailarina. 

Dijo cerca de mi oído, dando una pequeña mordida en el lóbulo cuando termino de hablar, cerré los ojos y suspire, mirando a través de la gran ventana de vidrio. Minji Kim estaba divirtiéndose a expensas de una de las bailarinas. Si ella sería la solución a mis problemas, lo haría.

-Déjamelo a mí, lo hare.

Sana sonrió pícaramente, guiñándome el ojo.

-Te espero aquí para celebrar, CL.- dijo sentándose en mi silla.

La mire por última vez antes de dejar la oficina. Baje las escaleras escuchando la sensual música volverse más fuerte cada segundo, pase entre algunas personas importantes de las que hable, hasta llegar al centro donde estaba mi objetivo. Minji sonreía traviesa, sus ojos estaban cargados de lujuria por la bailarina que movía la cadera sensualmente, semi desnuda, delante de ella. Estaba disfrutando el pequeño show, el algunos momentos ponía algunos dólares en el elástico de las bragas de la bailarina. Me acerque lentamente, me senté junto a ella en el sofá de cuero marrón. Minji dejo salir un soplo de aire, dejando que el humo de su cigarro se esparciera por el ambiente.

The Stripper (Daerin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora