•|Jennie esta enamorada de Rose desde hace años|•
•|Ella intenta declararse una fría tarde de diciembre, pero se da cuenta que su amor nunca será correspondido. ¿Porque?, porque a Rose le gusta una chica llamada Heather|•
•|Y ahora, ella desahoga su...
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Aquel diciembre se sentia más frío para Jennie, si es que ese ambiente gélido era superable.
Y es que todo había pasado de una forma tan espontánea, que ni si quiera tuvo tiempo de prepararse para asimilar lo que escucho.
Hacia ya varias semanas que había ocurrido, y ella aún sentía el peso del dolor como si hubiera transcurrido más de cinco minuto.
Para algunos, su situación sonaría absurda y patética. Para ella, era suficientemente significativa como para tenerla en ese estado.
Pero, ¿Que ocurrió? Se los explicare con la mayor exactitud posible.
Era 3 de diciembre, un día en que milagrosamente había comentado a nevar, tornando la ciudad de Seúl en un paisaje blanco.
El aire era helado, tanto que las personas tenían las narices rojas y tiritaban sin control.
Esa fechas era importantes para Jennie, pues luego de años, habían logrado juntar el valor suficiente para declarar sus sentimientos.
Rose y Jennie habían cumplido hace poco los dos años y medio de amistad, eran mejores amigas desde preparatoria y cursaban en la misma Universidad. Nunca se les veía separadas y con eso se ganaron una ola de rumores sobre si en realidad eran algo más que solo buenas amigas.
Para Rose nunca fue complicado negar esa ficticia relación que todos mencionaban, siempre respondía con total sinceridad Y una sonrisa burlona en el rostro, al tiempo que le daba un pequeño codazo a su contraria.
"¡Que dicen, si solo somos amigas!"_propina aquel ligero golpe_"¿Cierto Jen?"
"Claro...buenas amigas, es todo"_contesta tratando de encajar en el ambiente burlesco.
Para jennie, el escuchar y pronunciar la frase "solo amigas" le causaba una punzada en el pecho y una sensación de impotencia por no poder objetar algo. Porque realmente ¿Que podría decir?, Rose decía la verdad.
El tiempo siguió corriendo conforme los meses pasaban, Jennie se iba enamorando cada vez más de su amiga de cabello rubio. Muchas veces intento respirar hondo, tomar valor, y decirle de una vez por todas lo que sentía. Pero hey, no es nada sencillo de realizar.
Dejo que más tiempo volara, y al fin ese 3 de diciembre se sintió segura y lista para dar un paso. Era una simple frase que definiría su vida, pues pues solo había dos respuestas posibles:
"También me gustas".
"No me gustas".
Tan fácil y tan preocupante. Si lo obtenía la primera opción sería la chica más feliz del mundo, y apartir de allí vería todo en color de rosa junto Rose. Pero si la respuesta era negativa, Una amistad acabaría en segundos y su mundo no tendría colores durante un tiempo.