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Hyunjin al llegar al salón de música se sentó en el primer puesto que vió, sacó su teléfono y comenzó a revisar sus redes mientras esperaba a Felix.

En cuanto a Felix, este se encontraba totalmente nervioso pero lo disimulaba, cuando llegó al salón decidió actuar totalmente diferente a como siempre lo hacía al frente del pelinegro, respiró profundamente y entró al salón.

El pelinegro levantó la vista y vió al rubio como se acercaba lentamente a él con una sonrisa coqueta en sus labios. Apagó y guardó rápidamente su teléfono, el rubio al llegar a él se acercó demasiado al cuerpo del pelinegro quedando casi sus torsos juntos. Rodeó el cuello del pelinegro con sus brazos, y sonrió ampliamente cuando notó el nerviosismo de este.

—¿Quieres que juguemos aquí los dos Jinnie? —preguntó el rubio con una sonrisa coqueta en su rostro.

El peli negro se relambio los labios y asintió lentamente con la cabeza, mientras se aguantaba las ganas de agarrar al rubio por la cintura y hacerlo suyo en el escritorio donde los profesores preparaban sus cosas, antes de comenzar con sus clases.

—Si Lix —se acercó al rostro del rubio, quedando a escasos centímetros de este. —Quiero hacerte mío —rodeo la cintura del rubio con uno de sus brazos, provocando que este soltara un pequeño jadeo.

»En este escritorio —empezó a besar su cuello. —Que gimas mi nombre para que todos en esta maldita universidad, sepan a quien le perteneces —le empezó hacer un par de chupones en el cuello y el rubio solo gemía, mientras se tapaba la boca con una de sus manos.

Si los agarraban en esa situación, estaban muertos.

—Ahora mismo serás mío Lee Felix. Mío y de nadie más.

Al principio el rubio se sorprendió por la actitud tan atrevida del pelinegro, pero por alguna razón le gustaba.

Dejó de taparse sus labios con sus manos y detuvo al pelinegro, el cual frunció el ceño y gruño por no sentir el calor del rubio cerca.

—Tranquilo Jinnie, solo iré a cerrar la puerta —sonrió de lado y de dirigió a la puerta del salón. Le puso el seguro y volvió junto pelinegro el cual está vez, lo alzó por sus piernas y lo sentó en el escritorio, para comenzar a succionar la pálida piel del cuello del rubio.

—Mhm —el rubio solo se mordía su labio inferior tratando de amortiguar sus gemidos. Los besos fueron subiendo hasta llegar a los labios del rubio, Hyunjin adentró su lengua en la cavidad bucal del rubio y comenzaron una guerra entre sus lenguas, y el beso pasó de ser uno tranquilo a uno totalmente obsceno.

Ambos comenzaron a tocar sus cuerpos mutuamente, ambos sabían perfectamente lo que querían y lo harían. Pero digamos que no era el lugar correcto para eso, aunque Hyunjin haya dicho que haría a Felix suyo ahí mismo no podía. Tenían que quedarse con las ganas, o ir a otro lugar...

—¿Cuanto tiempo te queda para que vuelvas a tu casa, bebé? —preguntó el pelinegro al separarse del beso y regulando su respiración. El rubio se sonrojó por el apodo y el beso que dejó el pelinegro en su frente después. 

Bajó del escritorio y se separó del pelinegro para acercarse al puesto donde estaba el pelinegro anteriormente sentado, y sacó su teléfono lentamente del bolsillo de su pantalón. Suspiró totalmente aliviado de que no le hubiera pasado nada, ya que prácticamente lo estaba aplastando con su trasero.

Lo encendió y rápidamente vió la hora reflejada en la pantalla «1:50pm». Apagó el teléfono y lo guardó otra vez en el bolsillo trasero de su pantalón, se acercó al pelinegro y depositó un suave beso en los labios de este, para luego dejar una suave caricia en su mejilla.

—Me tengo que ir Jinnie —él y el pelinegro hicieron un puchero, por lo cual el rubio sonrió.

El pelinegro rodeó la cintura del rubio con sus brazos y le dió un piquito en los labios. —¿Nos veremos mañana de nuevo? —el rubio sonrió ampliamente mientras asentía con la cabeza.

—Por supuesto Jinnie —el rubio se relambio sus labios saboreando el apodo del pelinegro, y provocando que este mirara en dirección a ellos.

Sonrió de lado y una vez más se acercó al pelinegro para darle un último beso en los labios.

Bye Jinnie —se despidió con su acento natal, recogió su mochila, se la puso en el hombro, abrió la puerta y cerrándola detrás de él después de haber salido, y se fue. Dejando a Hyunjin sonriendo como un tonto enamorado, mientras se tocaba los labios y su mejilla, sintiendo aún el calor de los dedos de Felix.

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En lo que restaba de la semana Hyunjin y Felix se la pasaron de maravilla. Cada vez que podían se escondían en lugares donde nadie los viera y se besaban, tocaban y casi, casi terminaban haciendo otras cosas. Pero como siempre, no podían. O por miedo a que los descubrieran, o porque el timbre los interrumpía, y hasta sus propios mejores amigos.

De verdad que no era una tarea fácil para ninguno de los dos.

Bien, otro domingo en el cual Hyunjin era obligado a ir a misa con sus padres. Él por supuesto que no quería, ¿de que sirve estar sentado alrededor de varias personas que solo piensan en que deben rezarle a Dios, y que él va a solucionar todos sus problemas?, a ver, no es que Hyunjin no crea que Dios no existe, si no existe bien, y si no también. Da igual.

Pero es que cada vez que se le acerca un amigo o amiga (por supuesto religiosa o religioso) de sus padres, y le decían que nunca debe enamorarse o sentir atracción por alguien de su mismo sexo, que si hacía eso iría al infierno. Sinceramente en lo único que pensaba el pelinegro cuando le decían esas ridículas palabras, era en «que idiotas son».

Pero obvio que nunca lo diría en voz alta, aunque puede que lo haga algún día como justamente ahora. Se encontraba dentro de la iglesia, sentado junto a sus padres mientras escuchaba al padre decir que Dios los protegería a todos, que los aceptaba tal y como son, a esto Hyunjin no pudo evitar soltar una leve sonrisa sarcástica. Obviamente sin que sus padres lo notaran.

Es que ¿como puede decir eso, si se la pasan discriminando a todas las personas que solo tienen sentimientos por alguien de su mismo sexo y ellos dicen que eso es una enfermedad, cuando no lo es?. Definitivamente Hyunjin necesita salir de ahí.

¿Porque tuvieron que traerme a mí y no a Yeji? —se preguntó mientras cruzaba los brazos sobre su pecho.

Decidió dejar de pensar en boberías y pensar en algo, o mejor dicho en alguien más importante. Lee Felix, empezó a imaginarse al rubio en varios escenarios, obviamente para nada inocentes. Uno de los tantos, y el que más lo gustó fue: en el cual el rubio se encontraba en una cama, con los ojos tapados por un pañuelo color rojo carmesí. Vestido con lencería roja y con ambas de sus manos atadas. El rubio soltaba leves gemidos mientras se retorcía y pedía ser follado por el pelinegro.

Jinnie follame.

—Oh por Dios —el pelinegro abrió los ojos en demasía mientras llevaba sus manos hacía el bulto que tenía entre sus piernas. Se levantó de su asiento y sin nisiquiera mirar a sus padres corrió hacía el baño.

Min-joon miró como su hijo se fue y frunció el ceño, pero decidió no seguirlo.

Tremendo tiempo que Hyunjin se iba a pasar ahí adentro...

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K4THYJK se despide ;)


Mío y de nadie más [𝑯𝒚𝒖𝒏𝒍𝒊𝒙] [𝐏𝐀𝐔𝐒𝐀𝐃𝐀]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora