Nos mándabamos mensajes día y noche, sin parar todos los días por varias semanas, hasta que me sugirió hacer una llamada o una videollamada. Acepto un par de llamadas cortas algunos días en donde hablabamos pero muy poco ya que el simplemente me veía hacer trabajos de la escuela y proyectois, pero me encantaba pasar tiempo con el mientras los dos pudiéramos. El tenía una mirada tan intensa y penetrante, la podía sentir como si un cuchillo me atravesara, pero de la mejor manera que eso signifique. Yo no quería una videollamada, eso ya era llegar demasiado lejos ya que a la mayoría de personas las ghosteaba después de unos cuantos mensajes. Estuve tratando de retrasar la hora de hablar con el, simplemente el hecho de pensarlo me ponía extremadamente nerviosa.
Un día depués de la universidad mi primo llega a la casa y me comenta que esa misma noche habrá una fiesta de cumpleaños de una chica de la escuela, de su carrera. Me dice que si quiero ir con el y le digo que si, también se nos uniría una amiga que vive muy cerca de nosotros. Mientras llega a caer la noche, estoy ideando en mi cabeza el outfit que puedo usar, pienso llevar algo sencillo aunque tampoco sé muy bien qué, hace mucho calor y no estoy acostumbrada a esta temperatura. Así que voy a mi closet y agarro lo primero que encuentro, unos shorts, un top negro y unos converse que me llegan al tobillo. Al rato, me maquillo, me gustaría decir que con algo sencillo pero no, me pongo sombra y delineador negro, algo bastante exagerado, pero es mi estillo y me gustaría causar una buena impresión. Llega la hora de irnos, salimos de la casa, caminamos hacia el coche y abro la puerta, me siento en el asiento del copiloto y espero a que mi primo se me una a un lado, cerramos las puertas y arrancamos.
En el coche llevamos música que le gusta a mi primo, no tenemos los mismos gustos pero ya me acostumbré a su música y no sería lo mismo sin ella, ya hasta me sé algunas de sus caciones de tanto escucharlas. Mientras el ve el GPS yo estoy mandándole mensajes a Tristan, diciéndole en dónde voy a estar y a qué hora creo que regresaré y que le iré informando mientras va pasando el tiempo. Hacemos una parada muy cerca de nuestra casa para pasar por la amiga que nos va a acompañar, ella se sienta detrás de mi en el coche. Al fin llegamos al lugar de la fiesta y nos bajamos del coche, ya es de noche, es una casa en medio de un fraccionamiento y solamente veo a un par de personas con vasos y cigarros prendidos afuera de la casa. Entramos a la casa por una puerta de garage y nos encontramos con la cumpleañera rodeada de gente. En cuanto nos ve, nos lanza una mirada aniquiladora, nos barre básicamente y nos pasa de largo. Para ser sincera yo ni siquiera la conozco, así que me da un poco igual y parece que a mi amiga también, así que simplemente nos metemos más al jardín. Se ve un patio bastante amplio, hay una alberca vacía llena de globos rosas y blancos, hay música a todo volumen, luces y se ven grupos de personas con vasos en la mano, bailando, platicando y fumando. Mi primo, amiga y yo llevamos una botella de Bacardí de mango, para tener algo que tomar y algo que compartir. Estamos parados en el centro de la gente sin saber bien qué hacer, cuando de repente escucho que alguien grita "Oigan". Volteamos mi amiga y yo, era un grupo de chicos de nuestra edad que estaba a un lado de la alberca vacía y nos veían. Nos llaman, así que crazamos la multitud de personas sudorosas y llegamos con ellos. Nos preguntan nuestros nombres y nos ofrecen algo de tomar, después de platicar lo básico con ellos, nos integramos y ahí nos quedamos. Empiezan a repartir shots de... no tengo idea de qué eran, simplemente sé que tomo de todo lo que me ofrecen. Shot tras shot empezaba a bailar y a platicar más con todos los de mi alrededor. Honestamente en ese momento me olvido de todo, incluso de Tristan. Empiezo a tomar tanto que mi primo se encarga de mi celular para que no vaya a perderlo porque ya no estoy nada bien. Y bueno con†aría lo que pasó después pero todo está muy borroso, solamente recuerdo que me la pasé muy bien y que bailé mucho esa noche.
Es hora de irnos, así que nos despedimos de los que pudimos, nos subimos al coche y emprendimos nuestro camino a casa. Antes hacemos una parada para dejar a nuestra amiga. En el camino vamos cantando, riendo y platicando. No sé qué pasa por mi cabeza pero estoy tan feliz y relajada que de repente me acuerdo de a Tristan, veo mi celular y leo que tengo como cien mensajes de el preocupado por mi, porque simplemente desaparecí toda la noche. Se me ocurre llamarlo para que se tranquilice y que sepa que todo está bien, aunque yo esté muy borracha, pero de alguna manera no me dan nervios ni pena, tengo más valor del que había tenido antes. Y no es simplemente una llamada, sino videollamada. Le marco, me contesta al instante y lo veo por primera vez en tiempo real en la pantalla de mi celular. Es como la 1 de la mañana y estoy muy borracha para asimilar todo lo que está pasando, estoy con mi primo en el coche y estamos hablando. Llegamos a la casa por fin, bajo del coche, mi primo abre la puerta, entro a la casa y subo las escaleras hacia mi cuarto, me encierro ahí y sigo hablando con el. No recuerdo mucho, pero recuerdo que hablamos de todo y nada, fue algo muy mágico, nunca nos quedamos sin palabras. En un momento hasta saludo a su mamá y si muero de pena.
Después de hablar un par de horas, ya estoy muy cansada, pero no quiero dejar de hablar con el, colgarle sería la peor decisión... así que simplemente me acuesto y lo escucho hablar. Me levanto y camino hacia el closet, ahí se encuentran algunos algodones y un desmaquillante con tapa rosa, los tomo y regreso a mi colchón en el piso. Destapo el desmaquillante y vierto un poco en el algodón y comienzo a quitarme todo el maquillaje de la cara. Esto es lo más vulnerable que me he sentido, el maquillaje me hace sentir segura de mi misma y ahora lo perdí. Pero el me hace sentir bien, me dice que me veo más hermosa que nunca y no puedo evitar sonreír de la manera más estúpida que se me ocurre. Llega el momento de colgar, así que nos despedimos y esperamos hablar al otro día.
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como un ajolote
RomanceUna mexicana, Ximena, conoce a un canadiense, Tristan, con una personalidad un poco fuerte y rebelde. El destino los unió por algo... pero, ¿por qué? Tendrán una historia de amor, pero ¿luego qué pasará?