❥⁠˙ Capítulo 1 pt. 2

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Un muy emocionado Hao estaba dando pequeños saltos en su lugar a la espera de que el señor a cargo del juego le indicara que podía comenzar. Taerae se encontraba a unos cuantos metros de distancia viéndolo atentamente con una sonrisa divertida.

Escuchó un ruido a su alrededor, miró de reojo al chico que se posicionó a su lado, era rubio, con una sonrisa risueña y su mirada estaba puesta en el ese particular peluche de pato que le había llamado la atención desde que llegó al puesto.

"Oh no, ni lo sueñes"

El encargado les dio las instrucciones necesarias para iniciar el juego y casi como si el contrario pudiera leer sus pensamientos lo recorrió con la mirada y gesticulo un "Ese pato va a ser mío" que lo dejó perplejo.

El encargado les dio las instrucciones necesarias para iniciar el juego y casi como si el contrario pudiera leer sus pensamientos lo recorrió con la mirada y gesticulo un "Ese pato va a ser mío" que lo dejó perplejo

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Ambos chicos estaban muy ocupados atrapando la mayor cantidad de patitos de color rojo para llevarse el premio, ninguno quería perder

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Ambos chicos estaban muy ocupados atrapando la mayor cantidad de patitos de color rojo para llevarse el premio, ninguno quería perder.

Finalmente el amable señor del puesto decidió solucionar esa extraña situación de la mejor manera, quién tuviera más patos rojos podría llevarse el peluche.

"Uno, dos, tres... —contaban al unísono— quince, dieciséis...

La vida a veces actuaba de forma sorprendente y aunque parezca imposible ambos reunieron la misma cantidad, ve se miraron fijamente por unos segundos. El hombre dejó el lindo peluche en medio de ambos jóvenes, desapareciendo de la escena discretamente. Taerae, quién estaba atento a todo temió lo peor.

Hao miró al rubio un poco más antes de tomar al peluche y abrazarlo protectoramente contra su pecho. La expresión calmada del otro cambió cuando frunció el ceño e hizo el amago de tomar el objeto entre sus brazos.

—Ni se te ocurra —advirtió Hao— yo lo ví primero.

—Pues a mí me gustó primero —argumentó logrando tomar el otro extremo.

"Y yo creía que Hao era muy infantil" pensó Taerae mientras veía como los chicos forcejeaban con el pato.

Así pasaron unos cuantos minutos, hasta que la situación escaló un poco cuando comenzaron a tratarse de gritos

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Así pasaron unos cuantos minutos, hasta que la situación escaló un poco cuando comenzaron a tratarse de gritos. Algunas personas se detuvieron a mirar.

—Oh por favor, ya sueltalo —gruñó el rubio exasperado.

—Primero me arrancas el brazo, oxigenado.

—Primero me arrancas el brazo, oxigenado

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Antes de que el chico, claramente ofendido pudiera defenderse unos fuertes brazos rodearon su cintura separándolo de Hao

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Antes de que el chico, claramente ofendido pudiera defenderse unos fuertes brazos rodearon su cintura separándolo de Hao.

—Ya Matthew, deja de ser un bebé —dijo el recién llegado, soltando al tal Matthew— perdón por esto.

Hao pareció olvidarse momentáneamente del peluche, sus pómulos adquieron un tono rosa en una mezcla de vergüenza y timidez, el joven que le habló era apuesto, muy apuesto.

Patitos de coloresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora