O𝟷

370 36 0
                                    

Desperté después de que mi alarma sonara exactamente a las 4:55 am para ir a la universidad. Me levanté de mi cama y escuche a mi papá gritándome que debía alistarme rápido para llegar temprano a la universidad, que porqué el hace un "gran esfuerzo" por mi al pagar una escuela tan cara. El dice que debo aprovecharlo, que sino "jamás seré alguien en la vida".

― Mamá, buenos días. ¿Cómo dormiste? ― Bostecé mientras mamá me servía un café, lo que más disfruto del día es el desayuno que mi madre hace todas las mañanas portando su habitual bata azul con estampado de flores.

― Muy bien corazón. ― Se acercó a mi y acarició mi lacio cabello, el cual estaba un poco desordenado. Me miró con unos ojos cansados, que al mismo tiempo transmitían paz. Sé que ella desearía salir de aquí conmigo. Pero finge que todo está bien, y que mi papá y ella están en armonía, aunque pueda ver en parte de sus hombros unas manchas con tonalidades moradas.

― Deberías darte prisa, Mati. La vez pasada te regañaron por llegar tarde. ― Asentí sin decir nada, y me metí a la boca el pan tostado con mermelada mientras le di un último sorbo a mi café amargo.

― ¡Niño, apúrate o te vas a pie! ― Mi papá me gritó desde el otro extremo de la casa, su voz ronca me aterrorizaba, así que hice caso. Me despedí de mi mamá con un beso en la mejilla y me subí a nuestro viejo auto.

Había algo en mi papá que no estaba bien, sus vibras se sentían más pesadas de lo normal. Su rostro con ojeras eran señal de que no había podido dormir, debió ser porque la noche anterior estuvo contando sus facturas, éstos meses ha sido más difícil mantener la casa y cubrir los gastos.

A veces me siento culpable por todo esto, creo que estarían mejor sin mi molesta presencia.
El me hace sentir cómo si yo fuera una carga, una boca más para alimentar.

No tardamos mucho en llegar. Mi escuela estaba como a 20 minutos, fácil me podría haber ido a pie o en mi bicicleta, que solo ocupa espacio en el garaje dónde ponemos las cosas viejas y ahorrarme el incómodo silencio que se formaba entre mi papá y yo dentro del auto. Pero ya sería mañana.

Cuándo llegamos a la escuela comencé a caminar, no di tan siquiera 10 pasos cuando pude escuchar cómo uno de mis compañeros se burlaba de mi. Preferí ignorarlo y reinicié mi camino, ya tenía suficientes problemas en casa como para preocuparme por eso.

Me dirigí hacía mi salón que estaba en un pasillo un poco escondido y, para mi suerte, había llegado bastante temprano a pesar de haberme parado más tarde de lo normal, y él profesor no había llegado todavía. Preferí salir a tomar un poco de aire en lo que el profesor llegaba, mi universidad no era demasiado grande así que podía llegar a mi salón rápidamente si así lo quisiese.

Estaba a punto de salir de la universidad cuando vi qué un grupo de chicos se acercaba rápidamente hacia mi, me costo unos segundos reconocerlos, pero en cuánto lo hice, mi cara se volvió una de pánico y mi corazón comenzó a latir rápidamente. En ese momento salí corriendo de la universidad tan rápido como me lo permitieron mis piernas.

Pronto los perdí de vista y me tranquilicé. Pensé en lo qué me habría pasado sí no hubiera huido. Ahora mismo estaría sangrando hasta por la orejas.

Comencé a caminar lentamente. Probablemente luego me metería en problemas por faltar a clases, aunque no sería nada importante, solamente un problema más a la lista.

Caminando por las calles vacías vi un pequeño local de café. Comenzaba a sentir hambre y tenía un poco de dinero en el bolsillo de mi pantalón, por lo que quise pasar a tomar algo antes de regresar a la universidad.

Cuando entré al local sonó el tintineo de una campanilla, me acerqué a paso lento a una mesa al lado de la ventana y me senté. No tardaron mucho en atenderme, y pedí solamente un frappé.

Mientras esperaba escuché de nuevo el tintieno de la campanilla, volteé ligeramente mi cabeza y vi cómo entraba un hombre con una vestimenta bastante elegante qué parecía ser joven, de mediana estatura y ojos rasgados, pelo negro, y con un aura bastante intimidatoria, aunque bastante atractivo a la vista.

Volteé de regreso mi cabeza mirando hacía la ventana cuando noté que el hombre estaba dirigiendo su mirada hacia mí. Pensé que había sido una casualidad, no le di la suficiente importancia, pero la verdad era qué me estremecí al sentir su mirada sobre mi, no creía que alguien tan apuesto me volteara a ver a mi, así qué solo lo ignoré.

Para mi buena suerte no mucho tiempo después llegó el camarero con mi frappé, por lo que comencé a degustarlo tranquilamente. Mientras disfrutaba de mi desayuno y perdía tiempo en redes sociales, sentía una presencia extraña, como cuando sientes qué alguien te está viendo y te das cuenta por instinto.

No confiando en mi intuición, volteé hacía todos lados y lo vi. Me percaté que este sujeto seguía mirándome. No entendía exactamente por qué, o qué quería de mi. Estaba confundido y mi cabeza daba vueltas junto con dudas de porqué continuaba viéndome.

― Solo soy un joven universitario común y corriente como otros, debe haber alguna razón por la qué me esté mirando solo a mi, ¿será por el granito en mi rostro..? O algo aún peor, tal vez se dio cuenta de que mi suéter está roto... ―pensé mientras sentía cómo mis mejillas se ruborizaban.

Esto era demasiado incómodo para mi, fui muy directo y lo miré directamente a los ojos con confusión. Es imposible que no se haya avergonzado por clavarme la mirada en la espalda y qué lo haya descubierto, pero a pesar de eso, no vi ni una pizca de timidez en su mirada, incluso se había vuelto más oscura e intensa.

En ese momento, comenzó a sonar mi teléfono, me di la vuelta y volví a poner la vista en mi teléfono, entonces fue cuándo vi que tenía una llamada perdida de mi padre, y pensé que eso solo podría significar una cosa. Le habían llamado de la escuela para preguntar porqué no me había presentado.

Me apuré a pedir la cuenta y cuando estaba apunto de irme, choqué con alguien y vi cómo el frappé que me había costado mi domingo estaba esparciéndose por el suelo y mi única sudadera blanca (y también mi favorita) estaba mojada y manchada. Me quedé en shock, y unos segundos después, dirigí mi mirada al causante de aquel accidente, fue cuándo vi que había sido él.

ㅤ𓇼𓈒    . ⏜ ㅤ𝐏𝐑𝐎𝐏𝐈𝐄𝐃𝐀𝐃 𝐏𝐑𝐈𝐕𝐀𝐃𝐀 - Enzo𝗑Matías.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora