0 3

377 34 7
                                    

III

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

III. Capitulo tres: Olivia Mendoza
❝[La cena de la discordia] ❞

La simple felicidad era poco para la emoción que sentía en este momento

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La simple felicidad era poco para la emoción que sentía en este momento.

Iba con Leena hacia una de las tiendas en las que habíamos decidido juntarnos, una de zapatos si no estoy equivocada. Al llegar pudimos ver a Leah y Dior junto a otras chicas.

Yo creo que ella y Walker van a terminar juntos y... decía Dior, pero Leah le pego un codazo haciendo que se detuviera al verme—... ¡Livie, Hola!

—¿Con quien va a terminar Walker? —pregunte con el ceño fruncido.

—Con nadie —contesto Leah enseguida—. Te presento a nuestras amigas —me dijo abrazándome de los hombros—, ellas son Momona, Xochitl y Mckenna.

—Un placer —me dijo la rubia.

—Nos han hablado maravillas de ti desde hace tanto tiempo —dijo Momona, haciendo que yo volviera a estar confusa—, que conocerte es casi mágico.

—Al parecer todos han oído hablar de mí —dije divertida—, pero yo aun no sé porqué.

—Lo sabrás con el tiempo —hablo Xochitl, con una sonrisa amable—. Ahora a disfrutar amigas mías.

Nos divertíamos mucho, según Xochitl teníamos un día lleno de actividades. Al nombrarme alguna de ellas, parecía una lista larga. Hablamos para conocernos mejor. Resulta que Dior y Xochitl les gustaba bailar tanto como a mí, me contaron sus logro en el baile hasta ahora y yo les conté lo emocionada y nerviosa que estaba con la competencia que se aproximaba. Mckenna y Leah eran unos amores de persona en todos los sentidos de la palabra. Momona era igual de hiperactiva que yo y Leena, todos nos causaba risa. A todas les parecía gustar el contacto físico, ya que me envolvían en abrazos cariñosos o me tomaban del brazo en un tacto amistoso. Algo que no me incomodo para nada, de hecho me hacían sentir muy cómoda, algo que es extraño.

—Mira, Liv —me dijo Momona señalando una librería, yo la mire emocionada—. Vamos.

Yo y Momona corrimos hacia allí emocionadas. A mí me encantaban las librerías, el simple hecho de estar rodeada de libros me fascinaba.

Like The Movies | Walker ScobellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora