La magia que nos conecta SASUSAKU / BORUSARA (18+)

Cap 7

Apenas el sol había salido cuando los tres caminaron a las puertas de la posada/restaurante , ahí la mujer llamada Karin los saludó

-toma estas ropas, entra y póntelas- le explicó a Sarada que obedeció

-Sarada, no te pongas en peligro- Sasuke la tomó de la muñeca cerrando un brazalete dorado en ella – si necesitas ayuda abre un portal, yo te estaré esperando al otro lado –

-confía en mi- se despidió de ellos siguiendo a Karin a través de las calles hasta llegar a la entrada de por lo que se veía la gran torre a lo alto era solo una pequeña estructura de un castillo oculto en las rocas

-no hables – le dijo en voz baja cuando entraron al castillo

-¿a donde van?- preguntó un guardia

-a mis aposentos ¿acaso no sabes quien soy?- lo encaró la pelirroja

-El oráculo- dijo el guardia sorprendido al reconocerla

-vamos niña, carga mis cosas que para eso me sirves- Karin se había girado para lanzarle su bolso con algunos libros a Sarada que asintió agachando la mirada

Lo habían logrado los guardias les habían permitido pasar sin cuestionar nada más

-¿por qué nos ayudas?- se aventuró la chica a preguntarle

-no se… siempre es bueno que me deban favores la gente poderosa – dijo pensativa -además, siempre quise ser aliada de un Uchiha, y no puedo perder la oportunidad- le sonrió de forma descarada

-muy bien, desde aquí estas sola- dijo la pelirroja llamando con la mano a una mujer que sacaba un cesto con sábanas sucias desde un pasillo

-oye tu, encontré a esta aprendiz perdida, ayúdala a encontrar su lugar y que se ponga a trabajar- a lo que la mujer asintió en silencio viendo como el famoso oráculo subía hacia su torre

-¿eres nueva?- preguntó la mujer mayor su rostro estaba lleno de arrugas

-si- respondió Sarada nerviosa

-ven, te enseñaré como ayudarme en la cocina – Sarada asintió cargando el cesto de ropa para dejarlo con otras mujeres y seguir a su nueva maestra hasta la gran cocina

Todos trabajaban en silencio sin mirarse, era un ambiente deprimente

-Pela estas papas – le dio un cuchillo en la mano , Sarada obedeció tenía que familiarizarse con el personal si quería sacar información

-Ameko, necesito otra mujer sirviendo al rey, la niñita que me habías dado se rompió la pierna y falta suplir ese lugar- un hombre alto gritaba en la cocina

-el rey tiene gustos muy especiales – contestó la mujer anciana , ahora Sarada sabía cuál era su nombre

-esa niña de ahí es nueva pero tiene el rostro muy bonito, que sea ella- apuntó hacia Sarada que nerviosa giró el rostro a los lados buscando no ser a quien apuntaban

-esta bien- el hombre caminó con paso firme, levantó a la jovencita del brazo y tiró de ella hasta sacarla de la cocina

-toma, cambia tus ropas, te explicaré cual será tu trabajo- le lanzó un vestido largo con mangas que cubrían hasta la muñeca color durazno

-¿dónde puedo cambiarme?- le surgió la duda al ver que se encontraban en un pasillo

-cámbiate te dije – le gruñó el hombre con impaciencia

Sarada agachó la vista, se retiró las ropas que le había dado Karin y se colocó el vestido durazno sintiendo la asquerosa mirada de aquel hombre sobre su cuerpo