Capítulo 01

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El viento soplaba mientras caminaba sosteniendo una canasta llena de flores. La tarde trascurría lentamente mientras seguía cumpliendo con las órdenes que mamá me había indicado. Gire mi rostro viendo hacía enfrente, estaba a tan solo unos pocos metros de llegar al pueblo en el cual vivía ya hace tiempo.

Al ingresar saludaba a cada persona que conocía, camine hasta el hombre, quien sostenía un gran cuchillo mientras cortaba el enorme pedazo de carne.

—¡Sun-mi, que gusto verte! —me sonrió. Se trataba de un hombre de alrededor de 50 años, su cabello blanco comenzaba a hacerse presente, su vestimenta estaba rasgada y vieja.

—Señor Kim, buenas tardes, ¿Cómo está? —le respondí.

—Cansado. Vender es mi pan de cada día, dime, ¿Qué te ofrezco?

—Mi madre me pidió un kilo de carne, por favor.

—Lo que pida una de las esposas de los guardias del reinado.

Sonreí ante aquel halago. Después de algunos minutos recibí la carne. Seguí mi camino despidiéndome del señor Kim.

Al llegar a casa baje la capa que solía llevar cada vez que salía. Cerré la puerta detrás de mí, miré a mamá bajar de la escalera de madera, detrás de ella venia mi hermana menor sosteniendo una canasta de verduras limpias.

—Hija, ¿Cómo te fue?, dime tu padre, ¿se ha comido todo?

—Si mamá. Papá te agradece el aperitivo.

—Lo que sea por él, es el amor de mi vida.

Amaba la historia de amor de mis padres. Se habían conocido desde niños, a decir verdad, mis abuelos lograron que se casaran, los escogieron como esposos. Sin embargo, para ellos no había sido ningún problema ya que, desde pequeños tuvieron una conexión, mi abuelo era guardia del rey, mi padre ocupó su lugar cuando falleció, desde que tengo memoria mi padre es guardia de la realeza, pocos días viene a descansar a casa, cuando es así, los días son los mejores.

Mamá al saber de su trabajo, no había día en donde me mande hacía la ciudad para enviarle un poco de comida.

Deje la canasta sobre la mesa, le quite la sabana con la cual cubría, mamá se acercó. Dentro de ella venía una rosa junto con una carta, abrió el sobre.

<<No hay día que no deje de pensar en ti, te amo.>>

—Mamá, papá te ama más que a nosotras. —Ji-eun dijo al ver la carta.

—No digas eso mi amor. Nosotras somos el amor de su padre. —Nos acercó, logrando que ambas nos abrazamos entre las tres. —Sun-mi, hija gracias por ir todos los días al palacio para entregarle la comida a tu padre —acarició mi cabello —, es valioso para mí. Recorras el bosque hasta llegar a la ciudad, son casi tres horas.

—Mamá, es mi padre. No tengo ningún problema con ello.

—¿Cuándo será el día que yo pueda ir? —pregunto Ji-eun.

—Aun eres menor.

—Tengo 15 años, Sun-mi 20, solo son 5 años de diferencia, mamá, yo también quiero ir.

—El bosque es peligroso. Tu hermana mayor tiene mejor conocimiento en hacerlo —camino ingresando al cuarto donde teníamos un tapete de pelo de oso en el suelo.

Era el área de la cocina; había muebles de madera donde tenían los platos, un pozo pequeño donde ponemos la leña calentando la comida, el comedor. Mi hogar era de las pocas cabañas de dos pisos. Arriba de las escaleras solo estaban las camas a la hora de dormir. Mamá tomó el cuchillo comenzando a cortar las verduras que venía dentro de la canasta que aun sostenía mi hermana.

DARK MOON [JK] +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora