🍎REUNIÓN🍎

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— Déjame ver si te entendí, querido — dijo el demonio radio — ¿Quieres ir conmigo a la reunión con los Overlords? ¿¡Estando embarazado!?

— Sí, ¿qué tiene? — Lucifer sonrió con inocencia a su esposo — ¿Por qué no habría de ir? Después de todo yo soy el rey.

— Sí, pero estás embarazado y se supone que debes guardar reposo...

— Te avergüenzo ¿verdad? — lo interrumpió Lucifer mientras empezaba a llorar — Ya no me veo tan lindo como antes y por eso no quieres que vaya contigo.

— Querido claro que no, solo no quiero que te esfuerces de más — Alastor tomo las manos de su esposo y las beso — Puedes venir conmigo, pero por favor no llores.

Lucifer se limpió las lágrimas de inmediato y se levantó de la cama sonriente. El pelirrojo lo miró avanzar a la puerta, mientras empezaba a seguirlo recordó cuando era un niño, el solía decir que nunca le cumpliría los caprichos a nadie que no fuera su madre. Ahora, muchos años después, ahí estaba cumpliendo todos y cada uno de los caprichos de su esposo, el rey del infierno.
Antes de llegar a la reunión Lucifer decidió que estaría más cómodo en forma de serpiente, por lo que al convertirse se acomodo sobre los hombros de su pareja recibiendo constantes caricias y mimos por parte del más alto. Antes de entrar a la sala de reuniones pudieron ver a Rosie y a Vox discutiendo acaloradamente, el demonio radio se acerco en silencio y se paro detrás de su amiga.

— ¡Tú y Valentino son unos asquerosos imbéciles! — gruñó la mujer completamente furiosa.

— Eres una perra descarada, tu puta gente se come a otros demonios. Creo que eso es peor que grabar porno — contesto Vox en un tono burlesco.

— Ni siquiera te atrevas a hablar de mi gente — Rosie se acercó amenazadora, Vox ni siquiera se inmuto.

— ¿Han terminado ya? — Alastor hablo por fin, llamando de ese modo la atención de ambos demonios. — Rosie querida, no creo que debas rebajarte a pelear con este tipo, claramente no tiene ni modales, ni estilo.

— Vete a la mierda Alastor — escupió la cabeza de televisión. — Te crees mucho porque Lucifer es tu puta personal.

— ¿Qué fue lo que dijiste? —

— Lucifer es tu puta personal — repitió Vox sin espantarse de la tétrica sonrisa de Alastor.

Lucifer estaba listo para meterse, pero al escuchar la voz distorsionada del demonio radio y ver las manecillas de reloj que aparecieron en sus ojos supo que no era necesario. Pronto el  pelirrojo dejo salir sus tentáculos y empezó a aumentar su tamaño. Con una de sus largas extensiones negras tomo al demonio tele del cuello y empezó a asfixiarlo. Vox dejo escapar una descarga eléctrica en busca de liberarse, eso solo hizo que el demonio radio apretara el agarre de su cuello mientras los símbolos vudú lo envolvían completamente. Cuando el demonio tele empezó sus ridículos intentos de buscar más oxígeno Alastor abrió la boca y lo acercó de a poco, listo para comérselo. Y lo habría hecho de no ser por los aplausos que escucho justo a un lado suyo, acompañados de un peso extra en sus hombros.

— Que gran espectáculo, mi cervatillo — Lucifer estaba sentado sobre el hombro de Alastor mientras sonreía divertido. — Suéltalo.

El pelirrojo obedeció de inmediato dejando caer con brutalidad el cuerpo del Overlord al suelo, para después volver a su forma original. Ahora Lucifer se aferraba a su espalda.

— Vox, tienes mucho valor al hablar así de tu rey — el soberano sonrio de forma burlona haciendo aparecer su báculo antes de seguir — Tienes suerte de que sea un monarca piadoso, asi que si no quieres que mi bello esposo te devoré será mejor que te disculpes.

— Su majestad, Lucifer yo de verdad... — el demonio tele se callo al ver como Lucifer levantaba su báculo.

— De rodillas, solo podrás levantarte cuando todos están dentro de la oficina - ordenó el rubio y Vox obedeció — No es a mi a quien le pedirás perdón, es a mi esposo. TU REY. Vamos, dile "Lo siento su majestad, Alastor"

— Lo... Lo siento su majestad, Alastor — Vox sentía la humillación con cada palabra que salía de su boca, estaba sumamente furioso.

— Nada mal, Vox - se burló Alastor - ¿Ves que no es tan difícil tener modales?

El Overlord se quedó callado, aún de rodillas, sintiendo demasiadas ganas de ahorcar al ciervo. La pareja junto a Rosie entraron a la sala de reuniones, los pocos Overlords que ya estaban ahí se sorprendieron ante la presencia de Lucifer, quién solo sonrió mientras se sentaba en el regazo de su marido. La reunión pasó tranquilamente después de ese inconveniente, solo con Vox mirando de vez en cuando con odio a Alastor, quien solo sonreía feliz por tener en ese momento a su bello ángel caído.

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