Cap 24. Llegada.

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Maximo Sergeev

hoy sin duda es uno de los días más felices de mi vida, me estoy casando con mi hermosa princesa, mi Álex, se que ella no lo hace por amor, pero aunque le baja una lágrima por su mejilla, yo la limpio y la beso, me dolió tanto que me pidiera que la matará; yo le traje tristeza a su vida, yo fui el único culpable, pero no puedo soltarla y dejarla, mi hijo esta en riesgo.

Cuando me da el si, acepto siento mucha alegría la llevo a un hermoso pueblo cerca de Roma, deseo pasar unos días con ella, como nuestra luna de miel.
Cuando llegamos está en su esplendor, radiante, bella, como es ella; sube en corriendo a la casa, grita que es hermoso; ya que entro a la que será nuestra habitación aprovecho deseo amarla.
Llegó atrás de ella y le bajó el cierre de su vestido de novia; ella suplicante me pide que no, se muy bien que no quiere entregarse a mi, pero mi deseo por ella es grande; se que puedo conquistarla.
Una alegría me invade cuando escucho que no ha sido penetrada, después de mi persona.

La cargo a horcajadas y la llevo a la cama donde me deleitó con su coño, me encanta pues mi hermosa esposa se mija muy rápido; para alguien que no desea ser follada, su miel es abundante y dulce.
Me sonrió y logro hacerla gemir, aunque sus gemidos los reprimía. Cuando lamo su coño y ano al mismo tiempo explota; es deliciosa, exquisita, es mía.
Me quito mi pantalón y bóxer ella nuevamente niega, se que es difícil aparecer yo de la noche a la mañana y obligarla, la halo a la orilla y penetro lento y con mucho cuidado; es muy apretada, e incluso me molesta un poco, pero está muy mojada y entra, cuando está totalmente adentro espero y sigo mis movimientos, es húmeda, caliente y apretada.
Doy embestidas fuertes, y siento como desea correrse, pues me aprieta mucho ya siento que me corro en ella, siento como lo hace, su grito y sus gemidos son sinfonías para mis oídos. Logro hacerla correrse, me acuesto a su lado y la beso y consiento le digo que la Amo.
Ella está más calmada; más relajada más dispuesta, y aunque me pregunta.
Maxi si me amas como dices por siempre me has obligado, por qué me violaste; por qué no enamorarme.— quedó frío con su pregunta, pues ella tiene razón le robe su pureza, su niñez y la obligue a vivir solita y hullendo. Fui un estúpido y solo digo.
Siempre te he amado mi amor, fue por estúpido y por qué no se cómo, perdóname por robarte tu primera vez y convertirla en algo horrible.— Ella no me contesta, pero veo sus ojitos aguarse, la beso.
No llores mi amor, si algo es verdadero; es mi amor por tí. Te Amo...—
Elle se recuesta en mi, al cabo de un rato vuelvo a besarla, y acariciarle, ya no lá siento tan negativa a mi. Sr deja amar por toda la noche, se humedece y la hago correr muchas más veces que yo.

En la madrugada está muy agotada la tome de todas las mañanas posibles, la mente, en cuatro, la hice montarme y otras mil formas más.
Las sábanas están muy mojadas....
Despierto y ella duerme, le preparo su desayuno; cuando se lo llevo, ella despierta... — Hola mi amor buenos días. — le digo. Ella me contesta. — Hola Maxi, buenos días. — me acerco a ella y le pido un beso ella lo da.
Luego la ayudo a bañarse, para que relaje sus músculos, se que está agarrotada ayer la hice correrse muchas veces, la invito a pasear y lo hace feliz, ella es muy extrovertida y alegre.

En las noches la estoy amando como nunca lo he hecho, ya no está tan esquiva a mi, aunque no me busca todavía.
Al pasar los días tenemos que volver, estamos tomando un vuelo camino a Atenas Gracia de la mano de mi esposa, mi bella Álex..

Cuando llegamos ella está muy inquieta, la veo diferente; cuando vamos en el auto a casa, y ella se baja del auto, veo que no puede dar ni un paso más, está muy nerviosa, o asustada o más bien tiene miedo...
Mi madre corre a nosotros pero ella, no da ni un paso y está llorando, mi madre la abraza muy fuerte.— mi niña.  — están llorando pero ella no se mueve, caigo en cuenta, es por mi pequeño.... Voy a ella la tomo de su mano y la abrazo, ella lo recibe, trato de reconfortarla.
Tranquila mi amor, el te recibirá el te conocerá...—  le digo pues mi pequeño mañana cumple sus cuatro añitos.
Ella asiente y entramos, mi Leander me ve y me abraza fuerte... — Papí, que me trajiste... — me dice mi hermoso Leander  y yo la miro a ella; está quiera y con sus manos en su rostro, petrificada, creo y está llorando, quisiera ir y consolarla, pero estoy con mi hijo ahora y no puedo.
Te traje un regalo muy especial hijo.— camino con el de la mano y lo llevo a su lado. — A tu mamá.— pero me solprendo cuando mi hijo no recibe está noticia, bien y le hace una pataleta por  ella.  
No, no papi, mi mamá es Cristiana, ella no es mi mamá, no quiero.— dice mi hijo prácticamente llorando y me abraza fuerte. Mi hermoso pequeño se mantiene en negación y no decide mirarla, ella llora, y el no la deja ni tocarla, mi madre ve la excena y decide llenarla a dentro y darle algo ella esta llorando mucho.

Luego de un rato mi madre, va con Leander y yo con ella, decidí contarle a mi madre que ella es mi esposa y así podré protegerla, lo que no contaba era la relación de mi pequeño.

Ella está más calmada y la llevo a nuestra habitación, mi antigua recamara pues es muy grande, cuando resuelva esto nos mudaremos de casa donde ella sea la gran señora.

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🙁






   MÁXIMO "No es un Dios en Grecia" "Es un REY"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora