Capítulo III

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El día siguiente pasa rápido entre terminar de acomodar las cosas en casa y en el laboratorio y habilitar el avión para que todos podamos viajar cómodamente. Son las diez de la mañana, el avión con la insignia del cuervo está sobre la pista y los pasajeros van subiendo por las escaleras. Soy la última en subirme y me acomodo en uno de los primeros asientos al lado de Beatrix. Tuve que sedar a los perros, no puedo arriesgarme a que hagan algo.

Nos indican que debemos apagar el teléfono y nos informan que el avión va a comenzar el ascenso y miro por la ventanilla, el vuelo será largo así que prefiero dormir un poco. Le digo adiós a Estados Unidos en los próximos días y me preparo mentalmente para volver a ver juntos a los Wright.

....

El ambiente de Cambridge me recibe, aquí el clima es mucho más frío que en América y eso se hace notar. Los copos de nieve comienzan a acumularse en mi cabello negro. Termino de bajar las escaleras sujetando con una mano el portafolio que contiene las nuevas innovaciones mientras con la otra sujeto la correa de Heracles que estornuda cuando los copos de nieve le caen en la nariz. El equipo baja detrás de mí y nos detenemos justo en frente de los especialistas que nos dan la bienvenida.

—Tiempo sin verlas —nos saluda Natalie, mi especialista principal de la cede.

—Igualmente Dra. Lewis —le contesta Evans y ella nos da la mano a las dos.

—Ustedes deben de ser el nuevo equipo que viene a instalarse con nosotros —se dirige a los doctores a cargo de Erika con la cual se pone a conversar.

El Dr.Frey, segundo al mando, se acerca a saludarnos con los demás residentes.

—Será mejor que entremos —sugiere— no se preocupen por su equipaje, se los llevarán enseguida.Williams —le indica a uno de los presentes— llévalos a instalarse en la residencia. Desde ayer se les preparó las habitaciones.

—Quieremos ver a los infectados —le informo.

—Como disponga —obedece— en lo que deja el equipaje en su habitación les prepararemos trajes para que puedan acercarse.

Trixy y yo no necesitamos que nos guíen a nuestras habitaciones, estas siempre están listas en caso de que vengamos de improviso. Son las principales de la residencia, abrimos la puerta de la mía y está justo como siempre. Las paredes están pintadas de un gris muy claro, casi blanco. Los muebles son blancos y negros, hay varias estanterías con mis libros y mis cuadernos, el gran closet en la pared. Al final está la puerta corrediza de vidrio que da al gran ventanal con una gran vista a los demás edificios. Trixy suelta el cachorro en el suelo y Heracles no tarda en subirse al sillón

—¿Vamos a aplicarles ya las innovaciones? —cuestiona, suena calmada pero reconozco la inquietud en su rostro.

Suspiro.

—No lo sé —respondo con sinceridad— quisiera revisar su estado primero, no quiero arriesgarme a empeorar las cosas. Por lo pronto vayamos a verlos y luego decidiremos.

Después de un rato nos traen nuestro equipaje y seguido nos envían a un miembro del personal del centro para avisarnos que nuestros trajes están listos. Ambas tomamos una ducha y nos aplicamos los productos que fabricamos aquí antes de entrar en los trajes aislantes de color blanco ya que interactuar con un infectado lleva todo un riguroso proceso de limpieza y desinfección antes y después. Nos acercamos a los ascensores que nos llevarán a la parte subterránea de los laboratorios donde ya nos está esperando la Dra. Lewis para acompañarnos. Una vez nos encontramos debajo nos acercamos al lugar donde se han confinado a los portadores de la enfermedad.

—Quiero examinar al paciente del cual se me envió la tomografía —le informo y ella me mira por unos segundos antes de bajar la cabeza y contestar.

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⏰ Última actualización: Feb 12 ⏰

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