Después de qué Kotetsu rescató a el joven de pelo lacio de la jarra de Gyokko el demonio qué crecia en una vasija de porcelana, de manera similar a djinn. Perforando la construcción del sér con un pequeño cuchillo para acto seguido proporcionarle un poco de aire. Salvandolo así de un cruel y brutal destinó.
El adolescente fué puesto en recuperación, posandolo en una de las camas de la finca mariposa. Cada cuánto, tres pequeñas verificaban si se encontraba bien, y, efectivamente, lo hacía.
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Kotetsu visitó la finca. Notando qué el mayor se encontraba dormido. Sé acercó con cautela, queriendo mirar más de cerca al chico para saber con exactitud su estado. Posando sus ojos en "Su cara de niña" según él. Por un impulsó, relajó su expresión a una más serena, acompañada de una sonrisa suave. Lentamente, posó su mano en la mejilla de el contrario, acariciando con delicadeza y dulzura su cachete. Olvidándose por completó el mundo qué lo rodeaba y dejando atrás sus pensamientos burlones. .
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El niño, a menudo visitaba la habitación en la qué sé encontraba Muichiro. Trayendo algunos regalos y vigilando qué todo valla bien. En una de ésas veces, él muchacho puntas menta despertó. Debido a qué recientemente había tomado una larga y reconfortante siesta. Notó una presencia calma en la habitación, desviando la mirada aún somnoliento hacía su pierna al sentir qué alguién aplastaba el colchón y él no era esa persona. Encontrándose con el pequeño cuerpo del niño acostado en la misma cama y abrazándose a sus piernas sin ejercer presión alguna. Una imagen inocente y calma se reflejaba en su infantil rostro al dormir, y eso, él lo notó.
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¡Hola!, Supongo que me conocen, y si no pues te cuento. Soy Saky Notoghi, la persona que escribió "Un Amor Adorable" cabe aclarar que está es una cuenta de práctica, La usaré para mejorar mis habilidades de escritura y etc.
Si les gustó esto díganme si quieren que continúe con la historia.
Sin más que decir, tengan buenas madrugadas, tardes o noches. Los quiero.
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