𝐘𝐎𝐔𝐑𝐒 𝐅𝐎𝐑𝐄𝐕𝐄𝐑 | Yan!Bluelock

Sae

Sae decidió....rompera tu corazón antes de que tu pudieras.

Pero, ¿por qué?

Sabía muy bien que esto no iba a funcionar.
Era consciente de que estaba siendo distante. De que era frío. De que había cambiado. De que sólo estaba empeorando las cosas para ti. Para los dos.

No se suponía que fuera así. Oh, desearía poder volver atrás en el tiempo. A la época en que aún era ingenuo, ignorante de todo. Donde los dos aún estaban contentos.
Su experiencia en España no fue como esperaba. No sabía que sería tan cruel.

¿Qué es peor? Se sentía más frío y más solo sin ti.
Estaba tan acostumbrado a tu calor y tu luz que le costó adaptarse a lo contrario. Su experiencia habría sido miles, no millones de veces mejor si tú hubieras estado allí.

Tendría tu hombro, tus dulces palabras. Todo de ti.

A veces rememoraba los recuerdos contigo, repitiéndolos una y otra vez para que le reconfortaran, pero sólo había sido adverso. Le hacía echarte más de menos. Te adoraba.
Y así tuvo que obligarse a olvidar esos recuerdos y sustituirlos por otros nuevos. Poco a poco empezó a pensar que era una pérdida de tiempo, una pérdida de emociones.

Cuando Sae llegó al campo de flores, se encontró con tu encantadora belleza, se sintió atraído por ti de nuevo. Se estremeció, sintiendo que volvía a enamorarse de ti, como si estuviera atrapado en una reiteración, su corazón latiendo más rápido, sintiendo que mirarte fijamente durante más tiempo haría que su corazón explotara.

Tenías los ojos cerrados mientras la luz de la luna te iluminaba, y tu pelo (h/c) brillaba bajo la luz de la luna mientras él no podía evitar mirar tus labios sonrosados, deseando cogerte por la cintura y besarte ya..

Estoy a punto de hacerte daño, pero ¿por qué tienes que hacérmelo aún más difícil?

Le mira con ojos de cierva mientras siente que las emociones le embargan. Aprieta los dientes por entorpecer tu momento etéreo, pero no puede evitar perderse en tus ojos (e/c), pues le parece ver el cielo justo delante de él. Se arrancaría los ojos aquí mismo para que lo último que viera fuera tu pulcritud.

—Te he echado de menos— Dijiste, y parecías tan... adorable haciéndolo. Sus ojos se suavizan ligeramente, queriendo acercarse a ti, pero se detiene de hacerlo.

—Hola...—Responde, sin saber qué decir. Está sorprendido de poder decir algo después de mirarte durante quién sabe cuánto tiempo.

—¿Cómo estás?— Murmuras mientras le sonríes. Quiere que pares. No le mires así.

—Vamos a romper.—
—¿Qué?—
—¿Estás sordo? Vamos. Romper. Separémonos. No eres más que una molestia para mi carrera como centrocampista.— No me mires así, te lo ruego. Te lo ruego. No me mires así. No hagas que me arrepienta más. No me mires como si quisieras que dijera que es una broma porque no lo es.

Las lágrimas corren por sus mejillas y siente que el mundo se acaba. Su corazón se detiene, queriendo decir lo siento, pero no sale nada. Intenta tenderte la mano, pero antes de que pudiera, huiste, dejándole frío y vacío. Se abre una grieta en su corazón, un hueco lleno de nada, sintiéndose como una cáscara hueca y vulnerable sin ti.

¿Por qué duele?

Ver tu expresión de dolor me hace palpitar el corazón.
Su cuerpo cae al suelo mientras entierra la cabeza en sus rodillas, lágrimas caen de sus ojos, llorando después de cuatro años de embotellar todo sólo por una estúpida ruptura. Y él, es una persona estúpida.