Parte uno.

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Parte uno: The peculiar boy across the street.

Toda su vida, Harry vivió en un mocoso y pequeño barrio conocido como Oak Hollow. Es el paraíso de cualquier madre suburbana, con vallas blancas y césped cortado y limpio. Sus residentes a menudo poseen minivans de diferentes colores, que van desde el rojo arándano al embotado gris-azulado. Y cada casa tiene estilos y formatos convencionales, copias idénticas de unas y otras.

No hay nada especial que decir sobre Oak Hollow, y si le preguntas a Harry Styles, es el lugar más aburrido y sin vida en todo el planeta. En el costado de la subdivisión, hay un cartel con el nombre del barrio tallado en él, con árboles de roble pintadas a cada lado. La mayoría de los extranjeros encontraron el nombre irónico, teniendo en cuenta que no había un árbol de roble chamusquina en la proximidad del lugar - había pocos arbustos y matorrales dispersos. En realidad, Oak Hallow era cualquier cosa menos respetuoso del medio ambiente . Las casas estaban tan apretadas y juntas que la madre naturaleza no podía extender sus raíces y florecer. Así que, en cambio, las familias se rodearon de coberturas bastante pesadas y rosales monótonos para proporcionar un sentido falso de la vida silvestre.

Para la mayoría de los padres , Oak Hollow parecía excelente lugar para vivir. Es en una ciudad muy bonita con un bajo índice de criminalidad, aún estando a poca distancia de la escuela primaria local. Harry, sin embargo, muchas veces se encontró aburrido de esto. Es un chico, no había mucho para explorar, excepto el jardín de flores de su madre en el cercado patio trasero. Él siempre soñó con vivir en un lugar abierto, con cientos de hectáreas para explorar; en cambio, él estaba atrapado en Oak Hollow, como un pájaro atrapado en una jaula.

Su madre siempre solía decirle a Harry que juegue con los otros niños de su edad en el vecindario, pero él pensó que eran sosos y aburridos. Ellos estaban atrapados hasta que conseguían lo que querían. Así que, como resultado, Harry muchas veces se encerraba en su habitación con el rostro embobado en algún buen libro. Después de todo, si no podía explorar por sí mismo, lo menos que podía hacer era leer acerca de otros aventureros. Indiana Jones era su favorito.

Harry era un triunfador y leyó cuatro libros en el momento en que estaba en el primer año. Sus maestros dijeron que tenía un don. En cambio, aquella excelencia que poseía en la escuela no era la misma que la social, se centró en los estudios académicos, incluso a una edad tan temprana. No hace falta decir que le agradaba mucho más leer sobre las desaventuras de Huckleberry Finn en vez de jugar con los niños del barrio en sus camas elásticas mil dólares.

Pero este barrio ortodoxo fue volteado al revés cuando Harry tenía siete años. En medio de un verano anormalmente caliente y brutal, él se sentó en su habitación con el aire acondicionado encendido. Estaba leyendo Moby Dick en su escritorio, cuando oyó un fuerte gruñido de un motor desconocido. Con las cejas arqueadas, miró hacia arriba, a través de su ventana para ver camionetas aparcadas en la casa que estaba cruzando la calle. Unos meses antes, una familia se mudó de allí, debido a una re colocación de sus trabajos, dejando la casa en venta.

Harry miró curioso a un hombre con una remera naranja cargando unas cajas y muebles dentro de la casa, a través del garage. Unos segundos después, Harry vio a un chico sentado en los escalones que conducían al porche. Él había apoyado sus codos en sus rodillas y la barbilla metida en sus manos.

El chico parecía aburrido y también un poco entristecido. Lo que llamo la atención de Harry, fueron los lentes plásticos en forma de corazón que se posaban en sus ojos. Eran rosas y femeninos, y definitivamente no era algo que los chicos normalmente usan. Él frunció el ceño, mientras se entraban y sacaban paquetes de la casa.

Harry suspiró y regresó su atención de vuelta a su lectura, decidiendo ignorar al extraño chico nuevo.

Pero aparentemente, la madre de Harry, Anne tenía otras ideas.

Little Dandelion ¶ larry stylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora