El Emperador Jeon es un hombre excepcional, conocido por todos como el Emperador del mundo, a sus 18 años tuvo que tomar las riendas del continente asiático debido a la muerte de su padre, generoso, justo, amable y caritativo con el pueblo, amado po...
Los secretos que esconde cada familia son un misterio para quienes no pertenecen a ellas, los secretos de la corona son peores de los que se pueden imaginar.
Esa madrugada mientras las personas disfrutaban en bares, tabernas, posadas y paseaban por las calles o dormían en la comodidad de sus hogares, en el palacio Jeon hubo una pequeña masacre. 5 hombres fueron aprendidos y llevados a las celdas de castigos, fueron torturados de diferentes maneras pero ninguno de ellos fue capaz de delatar a la mente maestra detrás del atentado contra su majestad, el Emperador ,por ende, sus restos desaparecieron sin pizca de compasión ya que ninguno tiene familia, ese era un requisito indispensable para pertenecer a la guardia. Los reclutan desde niños, mismos que vienen de la calle, que no tienen a nadie y que son creados para proteger a la corona, los toman, los llevan al palacio para adiestrarlos para la protección de esta, aunque algunos no siguen ese camino.
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Taehyung.
El jardín estaba en calma, me vine acá luego de escuchar la lucha de espadas que se dió lugar dentro del palacio, cuando conseguí al general Kim supe que no había vuelta atrás, la información que salía de mis labios no tuvo filtro por eso a penas termine mi relato el señor Kim corrió hacia las habitaciones del emperador llevando consigo a los guardias que conseguía a su paso.
Está bien.
Su majestad está bien y es todo lo que importa, por eso luego de que el palacio quedara en calma mis pasos me guiaron hasta ese lugar secreto que era solo para mí, dándome la paz y tranquilidad que anhelaba desde hace algún tiempo calmando mi adolorido corazón que está magullado por la falta de música y alegría a mi vida.
- Pensé que este sitio estaría solo.- Una voz sonó a un par de metros de mi, asustándome y demostrándolo por el brinco que di, ya que no lo había visto recostado al árbol más grande del jardín. - Disculpa por haberte asustado, no fue mi intención.- Dijo el joven, posando su mano en el pecho y haciendo una leve inclinación a modo de disculpas.
- No hay problema, solo me deje llevar por mis pensamientos y no lo noté joven...- Dejé que mis palabras llegaran con el viento a modo de que él captara la indirecta y me dijera su nombre.
- Gi, puedes decirme Gi.- Respondió, sus ojos gatunos me miraban con diversión pero su sonrisa me daba la tranquilidad que buscaba cuando llegué a este lugar.
- puedo saber porque no lo había visto antes?... Es acaso uno de los traidores que quiere acabar con su majestad el emperador?- - aja Tae y que harás tu si lo es.- pensé. Estaba alejado del palacio, con un hombre que nunca había visto, mucho más alto y fuerte que yo. No parecía un ladrón pues su traje se veía -aunque sencillo- de buena calidad, eso lo sé por todos los años que llevo al lado de la emperatriz madre.
