Capitulo I

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Hace unos momentos acabamos de llegar a palacio, desde que mi padre y yo llegamos fuimos acaparados por muchos nobles qué querían saber sobre mi contribución en la guerra, mareada de tanta pregunta me disculpe con mi padre y salí a tomar algo de aire fresco.

– ¿Nuestra princesa no puede soportar la presión de algunos nobles? — Dijo alguien con burla a mis espaldas, al voltear a ver a dicha persona pude ver que era mi fiel amigo y camarada Nell Phantom

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– ¿Nuestra princesa no puede soportar la presión de algunos nobles? — Dijo alguien con burla a mis espaldas, al voltear a ver a dicha persona pude ver que era mi fiel amigo y camarada Nell Phantom.

– Oh... Parece que tengo un admirador secreto que me sigue a donde quiera que me dirija — Conteste al igual que el con burla y a juzgar por sus mejillas rojas sabia que gane.

– Bueno soy culpable madame

– oh Nell... Dame un abrazo — Sonreí y abrace a mi amigo, me hacia feliz saber que todo su esfuerzo valió la pena. El algo apenado me abrazo luego de un tiempo nos separamos y nos fuimos por lugares diferente más que nada para evitar chismes.

Cuando caminaba a donde mi padre y mis hermanos se encontraban escuche que anunciaban la llegada de mi hermana.

–Ariana de Secramise, segunda princesa de Arbezela, ha llegado.

Al llegar Ariana los nobles jóvenes que se encontraban estaban babeando por ella, al llegar frente al emperador quien estaba hablando con su hija mayor, la joven Ariana hizo una reverencia solo para su padre

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Al llegar Ariana los nobles jóvenes que se encontraban estaban babeando por ella, al llegar frente al emperador quien estaba hablando con su hija mayor, la joven Ariana hizo una reverencia solo para su padre.

–  Su majestad, el sol radiante del gran imperio de Arbezela, acepte mis felicitaciones. Escuche que el ejército real ganó hace poco una batalla importante en la guerra. Ahora tiene que cuidar de más ciudadanos, padre. — Hablo ella dulcemente ignorando la presencia de la primera princesa.

–Ariana ¿no has olvidado saludar a tu hermana mayor? De no ser por su asistencia medica, no podríamos haber logrado la victoria tan rápido. — Recordó el emperador frunciendo el ceño y  tomando la mano de su hija mayor.

– Lo siento Hermana Eleanor, felicitaciones también a la primera princesa de Arbezela. — Solo una mirada bastó para notar como apretaba la tela de su vestido debido al enojo.

Eleanor De Secramise.    //Las joyas de la princesa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora