Lee Felix y Lee Ryujin más conocidos como Los Hermanos Lee, sicarios y ladrones solitarios que todo mundo les tiene miedo.
Excepto por dos chicos en especial.
Hwang Hyunjin y Hwang Yeji otros asesinos solitarios muy unidos, enemigos de los hermanos...
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Al salir del departamento camino por los barrios más pobres de la ciudad, todavía no podía quitarse esa imagen de su hermana y Ryujin desnudas haciendo cosas de mujeres en el sillon donde sienpre se sentaba a ver la televisión.
Volviendo al presente le daba tristeza ver a esa pobre gente viviendo en esas condiciones, aunque el sea un asesino aún tenía humanidad y sentimientos.
Sentía ojos encima de él, era obvio ya que al ser bastante guapo y con una piel blanca que parecía de porcelana llamaba demasiado la atención. Aveces odiaba su belleza ya que todos se fijaban solo en eso. Lo bueno que en los reportajes no mostraban bien su cara ya que solo se podían ver sus ojos rasgados.
Si supieran como es su rostro estaría jodido.
Y más jodido estará ahora ya que unas personas lo tenían rodeado y no apartaban los ojos de su cuerpo.
---¿Qué mierda miran? --- gruño encarandolos ---
No dijieron nada, solo no despegaban su vista de su cuerpo, los ojos de esos tres hombres parecía que se le iban a salir.
Genial, son unos viejos psicópatas acosadores.
---¡Oye tu!, si no apartas la vista de mi te voy a cortar las bolas --- amenazo empezando a enojarse por las miradas tan perversas que tenía encima ---
---Wow calmate muñeca, nosotros solo queremos jugar contigo preciosa --- dijo en un tono perverso ---
---Mira idiota, primero yo no soy una muñeca, soy un hombre, y segundo no me voy a calmar hasta que se vayan de mi vista.
---Pero muñequita --- murmuró tomandolo del brazo --- no te pongas agresiva, ven con nosotros, te vamos a tratar muy bien.
Que asco.
Es como esa vez cuando abusaron de mi y de Soyeon.
---¡Quítate asqueroso! ¡no te atrevas a tocarme nuevamente! --- grito safandose del agarre del desconocido ---
Iba a sacar su pistola para matarlos de una vez por todas si no fuera por que uno de los tipos lo tomo de las caderas y puso una de sus asquerosas manos en su trasero.
---¡Sueltame maldito! --- grito furioso tratando de golpearlo ---
---Tranquila muñequita, nos la pasaremos muy bien.
Maldito viejo, Malditosrecuerdos.
Cuando pensaba en como quitarse al viejo de encima, sintió como este se alejaba con brusquedad de su cuerpo y unos brazos lo atraían a un pecho fuerte.
---Le vuelves a decir muñequita y no vives para contarlo --- dijo una voz grave y ronca ---
Felix...
---Uy otra muñequita, no se pongan agresivas, que los cinco nos la podemos pasar muy bien --- dijo coqueto ---
---Te equivocaste con nosotros, yo no soy ninguna muñequita y menos un pasivo --- dijo enojado por los apodos tan obscenos dirigidos hacia el castaño y hacia el ---
