Lee Felix y Lee Ryujin más conocidos como Los Hermanos Lee, sicarios y ladrones solitarios que todo mundo les tiene miedo.
Excepto por dos chicos en especial.
Hwang Hyunjin y Hwang Yeji otros asesinos solitarios muy unidos, enemigos de los hermanos...
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Unos días después las cosas mejoraron un poco, todos seguían con sus vidas normales, enemigos como siempre.
O eso querían aparentar.
Claro que ante la prensa, ellos cuatro eran enemigos. Seguían actuando como si se odiaran y cada vez que sus caminos se cruzaban, intentaban asesinarse.
Aunque aveces eso terminada en una follada.
Como hace unos minutos.
---Lo que me faltaba, encontrarme con tu asquerosa cara --- bufo aburrido ---
---¿Tu que demonios haces aquí?, este es mi hombre.
---Uy perdona, pero eso no va a poder ser --- sonrió sacando su arma ---
---Eres un-
Se quedó callado cuando escucho el ruido de un cuerpo caer detrás suyo. Rodó los ojos no necesitando voltearse para ver que el hombre que tenia amarrado yacia muerto en el suelo.
---Siempre tienes que creerte el mejor. Matar a ese imbecil no te hace mejor, solo dejaste que hiciera el trabajo sucio por ti para luego hacer lo fácil --- bufo enojado ---
---Ay callate zorra.
Hyunjin se lanzó hacia Felix provocando que este se golpera la espalda contra la pared.
---Me tienes harto Lee --- coloco un cuchillo muy filoso en el cuello del menor haciendo presión pero sin llegar a cortar ---
Rápidamente Felix poso su mano en el trasero del contrario apegando sus pelvis.
---Esas palabras me ponen caliente Jinnie --- susurró bajo ---
El plan no era que Felix se pusiera caliente pero este se excitaba muy fácil con Hyunjin.
---Callate --- respondió ---
Aprovecho el descuido del mayor y le arrebato el cuchillo ahora poniéndolo sobre el cuello de Hyunjin, cambiando de posiciones, ahora el mayor estaba contra la pared.
---Me encantaría tanto matarte pero no lo haré, este precioso cuello solo tendrá las marcas de mis dientes cuando te haga mio.
Los jadeos de Hyunjin no tardaron en salir. La voz de Felix y su mano en su trasero era su punto débil, cada que hacía eso no podía evitar sentirse excitado y necesitado por Felix. Ambos tenían máscaras cubriendo su nariz y boca, ambos se querían besar pero no podían quitarse las mascaras.
---¿Sabes?, usaría de almohada tu lindo culo, es tan gordito, redondo y suave que me dan ganas de usarlo para dormir en el.
Maldita sea, con esas palabras fue suficiente para tener una gran ereccion qué dolía como la mierda. El hecho que Felix dijiera eso sobre su culo hacia que le dieran ganas de decirle que haga lo que quiera con el, que su culo ahora le pertenecía a Lee.
