En el continente de Ethan, había un imperio que ocupaba la mitad del mismo. El imperio era la cúspide de la magia, tecnología, política y militar pero no todo dura para siempre.
En esta historia veremos el regreso del hombre que fue llamado como "el...
Autor: Este capitulo tiene un poco de escenas de sexo, por lo que no es apto para menores de edad.
Pov en tercera persona:
Rimuru estaba de pie en silencio, mirando a las personas enfrente de él que estaban arrodilladas.
La mayoría de las personas presentes se le hacían desconocidos pero eso era de esperarse, después de todo durmió mil años.
Pero así como habia caras nuevas, también desaparecieron caras conocidas. Cómo algunas de sus esposas.
Rimuru no pregunto nada al respecto, ya se hacía una idea de lo que pasó. Después de todo, no por nada estaba casado con ellas.
Mientras recordaba el pasado, una sombra negra apareció arrodillada detrás de él y le dijo con voz suave.
Sombra: Su majestad, los padres y madres de las emperatrices están fuera del primer círculo de seguridad y desean verlo.
Ante la mención de más viejos conocidos detrás de él, Rimuru guardo silencio por un rato y luego respondió.
Rimuru: Dejales entrar. Sombra: Como deseé.
Cómo apareció desapareció. Las esposas de Rimuru que todavía estaban inclinadas pensaban lo mismo "sus padres/madres vienen en camino".
Rimuru que apenas hablo, les dijo a sus esposas.
Rimuru: Levántense y vengan conmigo que las quiero ver más de cercas.
Aunque les resultaba extraño el aspecto de su esposo que era más lindo que guapo, su forma joven y cara seria les resultaba atractivo y un poco exitante.
Pero aún así se levantaron con la cara un poco sonrojada y se acercaron a Rimuru como él quería.
Estando tan cerca, Rimuru tocó la mejilla de una de sus esposas.
Su raza era un zorro de nueve colas, la familia real de los zorro (es una bestia divina). Ella era su segunda esposa Iris Tempest Renard.
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Rimuru: Siguen igual de hermosas que cuando me fui.
Ha Iris quien Rimuru le estaba acariciando la mejilla, se estaba sonrojando y inclino la cabeza.
Iris: Gracias por sus elogios su majestad. Usted está más joven y hermoso también. Rimuru: Gracias por el cumplido Iris.
Muack.
Rimuru le dió un beso tierno en la mejilla, lo que hizo que Iris se sonrojara más y sus orejas y colas se movieran de arriba a abajo.
Rimuru: Sigue igual que siempre, pero no me desagrada. Al contrario me gusta como es fácil saber sus emociones en momentos así.
Sin que Rimuru lo notará, se le formó una pequeña sonrisa para que después desaparezca otra vez. Sus esposas estaban felices pues, parece que su reposo de mil años le sirvió para aliviar algo de estrés.
