Mi Futuro (Alice Cullen)

parte 14

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Era lunes de nuevo, nuestra estancia en el lago fue realmente hermosa eh increíble, había soñado con eso cuando era pequeña y ahora lo tenia.

—hey demonio—escuche a mi amigo llamarme

—hola insoportable—lo salude—¿y adi?

—esta en clase—se acercó a mi para ir rumbo a la cafeteria—¿algún día nos contarás que esta pasando?—sonrió pícaro

—¿a que te refieres enano?

—a que al parecer estas saliendo con la chica cullen, además vi las fotos que publicaron en el lago el otro día. No te hagas, se que están saliendo, pero nose porque no nos has contado nada a nosotros tus amigos

el tenia razón, me había alejado un poco de ellos, la verdad no tenía ganas de contarles pero eran mis amigos, tenia que hacerlo en algún momento y recompensarlos por haber estado alejada de ellos estas semanas. Si bien no los habia abandonado por completo, sólo nos veíamos en clase y en el almuerzo nisiquiera nos sentábamos juntos

—lose, y perdón por alejarme un poco, han sido días bastante raros la verdad, pero esta vez comeremos juntos y yo pago ¿va?

—siiii—el saltaba feliz por los pasillos mientras íbamos a buscar a adison, tenia que avisarle a alice así que lo hice de forma mental

~esta vez comeré con mis amigos hadita, se los debo~

~esta bien amor, nos vemos en la salida para ir a casa juntas~

~nos vemos hermosa~

~te amo~

Me encanta que no hiciera falta el uso de celulares, de forma mental era mucho más fácil, además de que no recibías ningún castigo por parte de los profesores por estar mandando mensajes en plena clase en vez de prestar atención

—oh mira quien salio de la casa cullen—hablo adison, habíamos llegado donde ella—¿como estas pequeño demonio violeta?—me saludo riendo—bue que preguntas hago, por lo que veo estas más que bien—me guiño un ojo al ver a alice salir de la clase de en frente

—hola amor—dijo riendo para molestarme, sabía como eran de chismosos mis amigos—hola chicos—los saludo con la mano para irse con sus hermanos,yo solo podía sacudir la cabeza negando y riendo

—bien pequeños duendes—les hable a mis amigos—vamos que su demonio hoy paga—ambos selebraron para ir casi corriendo a la cafeteria a elegir que era lo que querían comer, mientras mi pobre bolsillo chillaba de dolor

Pase todo el almuerzo con mis amigos, prometiendoles que les iba a contar absolutamente todo el miércoles, pues habíamos quedado de ir a tomar unos helados y pasar el rato como antes hacíamos y ahí les soltaría toda la información que les estaba faltando

En el almuerzo solo hablábamos de cosas como mi fin de semana familiar, ellos y sus últimas aventuras o más bien desastres, que el sábado habría una fiesta y estaba obligada a ir con ellos, porque desde la primer fiesta no había vuelto a salir con ellos y que encima los había abandonado por alice

Reclamos de un par de amigos que eran unos celosos, succionadores de chisme y adictos a la comida.

Cuando las clases ya terminaron fui directo a la salida para encontrarme con alice, quien esperaba pacientemente sentada en uno de los escalones, entonces emprendimos el viaje a la casa cullen, aun teníamos nuestra casa pero decidimos que pasaríamos un tiempo viviendo con ellos para seguridad mía, mi madre aun recibía los mensajes de simón, así que ella se sentía más segura si estaba bajo la protección de los cullen.

Aunque alice se había ofendido un poco, diciendo que ella era muy fuerte con o sin su familia, pero acepto cuando mi madre dijo que simón había dejado una nota donde decía que sabia mi nueva residencia y que además estaba viviendo sola con la vampira

Así que así debía ser nuestra vida mientras simón estuviera rondando, tendríamos que ir rotando de casa en casa para evitar que fuéramos encontradas o atacadas por el

Íbamos caminando con alice, hasta que una pelota cayó en frente de mi y un niño de aproximadamente 7 años me habló

—señorita por favor ¿me la puede pasar?—el niño se encontraba dentro de una pequeña plaza rodeada de una serca

—claro, ahí voy—tome la pelota y con alice siguiendome entramos al parque—aquí esta—le entregue la pelota al pequeño y me quede mirandolo por un segundo, era muy parecido a Brian, pero con los ojos de Alan y el pelo lacio de mamá, aunque ligeramente más oscuro pero aún siendo pelirrojo

—siloh—hablo un hombre de por lo menos 30 años y al verlo bien, quede completamente paralizada, en mi mente solo podían pasar imágenes de mi hermano Brian, chico alto, pelirrojo con ligeras ondas en su cabello, ojos verdes que iban quedando cada vez más claros mientras crecía, haciéndolos de un color raro,Brian, Brian Brian, mi fuerte y protector hermano—¿quienes son ellas hijo?— levantó su mirada y se paralizó al igual que yo al verme—¿ruby?—eso era lo que necesitaba

—¡Brian!—salte hacia el, siendo abrazada por el al instante

—hermanita, ruby, mi ruby hermosa—lágrimas caían de sus mejillas mientras me apartaba para ver mi cara—¿realmente eres tu ruby?—miedo tenia al pensar que no fuera yo

—soy yo hermano... soy yo—lo volví a abrazar

—papá ¿estas bien?—ambos miramos al pequeño niño

—siloh, hijo. Ella es ruby, tu tía, de la que siempre te eh hablado—el niño me miró y al instante sonrió, para luego abrazarme

En un momento empecé a sentirme cansada, mi cuerpo pesaba y mi respiración era rápida, todo el encuentro había causado algo en mi, estaba en shock. Alice al sentirlo se apresuró a sostenerme

—tranquila amor, todo está bien—me recargue en ella para retomar fuerzas—hay que sentarnos—miro a mi hermano y el asintió, caminamos hasta los bancos que allí habian y nos sentamos—¿joana estas mejor?—me pregunto alice acariciando mi rostro

—si... estoy mejor—apoyé mi cabeza en su hombro para observar a mi hermano en frente mío, realmente era imposible para mí creerlo

—debo llamar a Alan, el estará feliz de verte...—nos miraba feliz y con lágrimas aun en sus ojos

—llámalo—hablo alice sonriente—pero creo que será mejor que vayamos todos a casa—me miro—allí podrán hablar mejor y llorar todo lo que les falta llorar—sonrió y froto su cabeza contra la mía

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