CREEPYPASTAS

SWEET DREAMS

Lily ya no era la pequeña niña de 7 años que jugaba con sus muñecas y soñaba con algún día tener un enorme castillo o huir con su príncipe azul a un lugar donde nadie los encontrara.

Era un 2 de septiembre de 2004

-Lily,ven a comer cariño- le gritaba su madre desde la cocina, la niña bajo con rapidez las escaleras, con el hambre haciendo que su estomago pareciera un enorme monstruo que amenazaba con devorar todos y cada uno de sus órganos, se sentó en la silla que se encontraba frente a su madre, primero rezaron como siempre y luego fueron hablando mientras comían.

Ya satisfecha Lily con paso acelerado y cerrando la puerta de su cuarto tras de ella se pone su pijama

-dulces sueño cariño-susurro su madre dándole un pequeño beso en la frente haciendo que la niña sonriera complacidamente, la cariñosa madre hizo que la niña se recostara en su cómoda y blanca cama para después ir a la puerta para salir de una vez del cuarto de su hija

"Dulces Sueños cariño" volvió a susurrar mientras su tono de voz cambiaba del dulce que siempre había tenido al hablar con su hija a uno misterioso y un poco macabro mientras cerraba la puerta,Lily escucho un ruido abajo de su cama, sintió como un escalofrío recorría desde su cuello hasta su espalda pero no se atrevió a mirar por la preocupación o el miedo de que algo saliera de ahí, miro a través del espejo que estaba enfrente de su cama, la visión que tuvo fue lo que hizo que la niña diera un pequeño salto hacia atras, volvio a mirar para asegurarse que no había sido un sueño, el cadáver abajo de su cama estaba cubierto de sangre y pequeños, casi imperceptibles cortes en el rostro, y sin mencionar que sus extremidades estaban dobladas en extrañas posiciones sangre en su boca, la niña quiso gritar pero no pudo, por el asombro de ver dos siluetas en la puerta mirandola complacidos cerro los ojos con fuerza y con rapidez desvió la mirada del espejo, se tapo la boca con ambas manos mientras una lagrima salía de su ojo recorriendo lentamente su rostro, peñiscandose levemente para asegurar que no era una pesadilla "no es cierto" se repetía una y otra vez la pequeña

-¿no es cierto que? mi pequeña...-una macabra sonrisa aparecía en el rostro de su padre las pupilas de la niña se dilataron y una gota de sudor recorrió su rostro

-dulces sueños mi pequeña- dijeron la mismo tiempo las dos siluetas, mientras sus ojos tomaban un extraño color carmesí, las lagrimas de la niña seguían cayendo al piso mientras sentía que algo atravesaba su cuello y la empujaba contra la pared.

-te amamos-fue lo último que escucho la niña decir a sus padres mientras la sangre goteaba al piso.