Amanecía en Onyrix y el rey y sus hijos se preparaban para abordar los barcos rumbo a Andros
–Padre explícame por que tengo que ir a conocer a unas chicas que ni siquiera me importan – expreso un muy molesto Eros
–Porque es lo mejor – respondió el rey sin darle a su hijo la más
mínima importancia–Ya, pero da la casualidad que quien tiene que casarse soy yo y no creo conveniente casarme con ellas a penas son unas niñas
–Tu madre tenia la misma edad
Si, pero ustedes querían casarse o bueno eso cree el pueblo, pero yo no si quieres esas tierras simplemente invade Andros y conquístalo como has hecho con otros reinos, pero no veo la necesidad de casarme–Ya basta hermanito a lo mejor vas y te gusta alguna de las dos princesas – intervino Apolo el cual hacia su entrada en el salón donde discutían su padre y su hermano
–Lo dudo me gustan las mujeres rubias, con ojos claros y sobre todo con la piel de porcelana hermanito y según tengo entendido en ese reino las mujeres pues son como la canela
–Bueno como quieras, padre cuando zarpamos– expresó el menor de los príncipes
–Y se puede saber esos deseos de irte porque son – dijo Eros en un tono un tanto burlón – acaso ya viste algo que te gusto
—Mi querido hermano déjame decirte que hay personas que piensan en mas cosas que solo sexo y mujeres
–Bueno dejen de discutir ya – intervino el rey para luego continuar – Es hora de que zarpemos.
Y tras decir esto se encaminaron hacia el puerto para zarpar el barco hacia las tierras deseadas cada uno con un sentimiento diferente, el rey con la añoranza de volver a ver la tierra en la que nació el amor de su vida, Eros con la molestia de tener que desposar a una mujer que ni siquiera conocía y Apolo con la curiosidad de conocer esas tierras exóticas.
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Simplemente Tu
RandomUna historia de amor,odio, traiciones y secretos. Que pasaría si por cosas de la vida terminas en otro reino casada con una persona que detestas, o bueno al menos eso quieres creer. Esta es la historia de dos jóvenes princesas del reino de Andros...