Prólogo

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La vida para algunos es sencilla, para otros es todo un desafío...

Para mí, la vida siempre fue un precipicio, con una caída profunda. Donde por momentos lográs aferrarte a algo para no seguir cayendo, pero ese algo se parte y seguís hundiéndote más en la oscuridad interminable.

Pero en cierto punto, como todo, esa caída termina y solo hay dos finales, dos muy simples: caer de pie o de cabeza.

A veces me pregunto cuándo fue que mi vida se descontroló, si el final de mi caída fue de pie o simplemente me dí de lleno contra el suelo. Pero hay algo de lo que estoy segura, no importa como caiga, o de qué me haya aferrado para frenar, siempre termino como el comienzo. Sola.

De nadie a princesa (PROXIMAMENTE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora