Capítulo 7: ¡Sentimientos burbujeantes!

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¡Aquí me presento con un nuevo capítulo de esta historia!

Antes de comenzar, me gustaría contestar una review:

ReanDarkReaper24: Habrá varios cambios en el momento del día Z, por lo menos a lo que respecta en el principio de la infección. Y si, es obvio la insinuación que trata el anterior capítulo, e incluso dicha insinuación quedará mucho más clara en este nuevo capítulo.

Sin nada más que agregar, es hora de comenzar.

¡Disfruta!

"Y definitivamente no deben estar aquí."

Tanto la piel de Hirano como la de Takashi se erizó tras escuchar una vos sobre sus espaldas.

Ambos se dieron la media vuelta con lentitud solo para ver como una mujer con una bata medica los observaba con los brazos cruzados. Su largo cabello rubio estaba atado en una cola de cabello y parecía que rondaba los 25 años. Su belleza era algo de notar, aunque lo que más se caracterizaba en su aspecto era esa expresión inmutable junto con su cintura que se marcaba muy bien a través de su bata, dando a entender que poseía un trasero muy voluptuoso que hacia equilibrio con sus pechos que no eran tan grandes.

Pero ninguno de los dos tuvo tiempo de fijarse en los detalles en los aspectos de la mujer. Lo único que podían hacer es estar completamente paralizados ante ese instinto asesino que se apoderó sobre ellos.

No era porque la mujer sea tenebrosa, simplemente el momento y la situación actual eran realmente delicadas.

Solo un idiota no tendría miedo.

"¿Pueden decirme como llegaron?" La mujer volvió a hablar tras notar que ambos adolescentes se habían quedado paralizados.

"Bue-bueno, solo..." Takashi no pudo evitar tartamudear, pero para su suerte Hirano saltó a su ayuda.

"¡Nos estamos ocultando por el Evento de Otoño!" El gordito dio un paso al frente, y su tono algo tembloroso se hizo aún más notorio tras elevar un poco la voz.

"¿El Evento de Otoño? ¿Se refieren a esa celebración de la Academia Fujimi? También estudié allí." El aspecto de la mujer se suavizó un poco tras escuchar el verdadero motivo por el que ambos estaban allí. "Pero no deberían haberse escondido en las alcantarillas. Esto es un problema muy grande..." Su tono de voz fue mucho más bajo, algo que alertó un poco a los jóvenes.

Un silencio muy incomodo se presentó entre los tres mientras que la mujer parecía estar pensando algo.

"¿Señorita...?"

"Silencio, estoy pensando en qué hacer con ustedes." Ella los interrumpió, y por algún motivo esas palabras los asustó un poco.

La mujer se llevó una mano a su mentón, para luego dar un leve suspiro cubierto de fastidio.

"Oye, ¿puedes darme una mano con esto?" La rubia llamó hacia el interior de la puerta, en donde nadie respondió.

Aún así, unos pasos se hicieron más y más claros hasta que una mano de tez morena emergió desde el marco de la puerta metálica.

"¿Qué sucede, Ai-san?" Una mujer morena hizo acto de presencia ante la mirada atenta de Takashi, y, por alguna razón, los ojos muy ensanchados de Hirano.

Su cabello era de un color morado con reflejos, aunque lo que más se distinguía de éste era ese desorden que poseía en las puntas a pesar de llevar una cola de caballo alta. Sus ojos también eran de ese mismo color. A diferencia de la otra mujer, su mirada lucia muy relajada y confiada, era algo que pegaba a la perfección con su postura despreocupada. Poseía una chaqueta negra abierta que dejaba expuesta una remera blanca sin mangas y un gran escote por el tamaño considerable de sus pechos. Su parte inferior consistía de unos pantalones tácticos al igual que su calzado. Pero, una de las cosas que más se distinguía de su luminosa figura era ese gran estuche cuadrado que llevaba sobre su espalda y esas dos dagas que brillaban dentro de su chaqueta.

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