Roseanne Park y Kim Jisoo, dos vecinas que terminan conociéndose por un suceso no tan agradable.
Jisoo se entera de que la rubia misteriosa que le da asilo en su departamento tiene una cualidad un tanto distinta. Esto no impide que ambas chicas comi...
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Jisoo POV
Alrededor de la tarde los padres de Rosé se marcharon a la conferencia que tenían en la ciudad dejándonos a Rosé y a mí nuevamente solas en el departamento. Por mi parte no tenía ningún tipo de plan para el día, era un tranquilo sábado simplemente de descanso por mi primera semana de trabajo. Pero con Rosé no sucedía lo mismo, ahora mismo estaba preparándose porque dentro de poco tendría clases en la universidad.
Salió de su habitación esta vez con un atuendo bastante diferente al que llevaba puesto en el transcurso del día. Rosé tenía la asombrosa habilidad de cambiar su aspecto de una manera muy notable solo con un cambio de ropa, aquella chica en serio tenía influencia y sabía combinar perfectamente todo tipo de prenda que decidiera utilizar.
Esta vez llevaba puesta una blusa de manga larga y de tela color crema con rayas blancas con un corte preciso en la cintura y dos brillantes botones que resaltaba su delicada cintura, el largo de la blusa llegaba más arriba de sus muslos y rozaba con su pantalón negro holgado, acompañado de zapatos que hacían juego con el mismo y un pequeño bolso de mano. Su rostro con una delicada y bien puesta capa de maquillaje, mientras tanto su cabello solo estaba sujetado por un moño despreocupado que la hacía mezclar lo básico con lo formal y era algo que solamente en ella había logrado ver que quedaba bien.
En cuanto me miró una ligera sonrisa se posó sobre sus labios y se acercó hasta sentarse en el sillón a mi lado. No hizo falta que me avisara para tomar mi celular, ya estaba acostumbrada que nuestras charlas fueran así, no era para nada aburrido, al contrario, era especial.
¿Me esperas en la noche?
¿Tienes algún plan?
La miré interesada y de forma coqueta.
No creo que tengamos el mismo ¿o sí?
Ella comienza a jugar con mi cabello mientras lo enrolla en sus dedos.
¿Tu plan es tener un maratón de películas conmigo esta noche?
Ella ríe al leer mi mensaje.
No estaría mal siempre y cuando sea contigo.
Me acerqué a ella y dejé un rápido beso sobre sus labios.
- Debes irte ya o llegarás tarde a tus clases, te esperaré en la noche. - sonreí.
- Listo, ya me voy entonces. - antes de levantarse del sofá unió nuevamente nuestros labios y se marchó.
Tenía bastante tiempo libre hasta que Rosé volviera y antes de que pudiera pensar en qué dedicar mi tiempo, el celular comenzó a sonar, despreocupada y sin esperar ninguna llamada importante leí la pantalla y se trataba nada más y nada menos que de mi madre.
