EPÍLOGO

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Cuando los gemelos eran bebés, los días en familia estaban llenos de risas, llantos y pañales.

Isabella y Iván se turnaban para alimentar a los bebés, cambiarles los pañales y arrullarlos para que se durmieran.

A pesar del cansancio y las noches sin dormir, la pareja disfrutaba cada momento con sus pequeños.

Los primeros pasos, las primeras palabras, cada pequeño logro era celebrado con alegría y amor.

A medida que los gemelos crecían y entraban en la etapa de la niñez, los días en familia se volvían más activos y llenos de aventuras.

Los fines de semana se dedicaban a visitar parques, zoológicos y museos.

Los gemelos, llenos de curiosidad y energía, siempre estaban ansiosos por aprender y explorar.

Isabella y Iván siempre a su lado, disfrutaban viendo a sus hijos crecer y descubrir el mundo.

Cuando los gemelos entraron en la adolescencia, los días en familia se volvieron un poco más complicados pero igualmente valiosos.

Los gemelos, ahora con sus propias personalidades y opiniones, a veces chocaban con sus padres.

Sin embargo, Isabella y Iván siempre se esforzaban por mantener una comunicación abierta y honesta con sus hijos.

Los fines de semana se dedicaban a actividades familiares, como ver películas, jugar juegos de mesa o simplemente charlar sobre la vida.

A pesar de los desafíos, la familia siempre encontraba una manera de mantenerse unida y llena de amor.

Siempre ocultando la segunda vida de su padre,eso fue algo que le pidió Isabella a Iván para que sus hijos crecieran en un ambiente sano.

Ahora, con los gemelos en la universidad, los días en familia son menos frecuentes pero igualmente especiales.

Isabella y Iván ahora con más tiempo para ellos mismos, a menudo visitan a sus hijos en la universidad.

Los fines de semana en familia se dedican a ponerse al día, compartir historias y crear nuevos recuerdos.

A pesar de la distancia y los cambios, el amor y la unión familiar permanecen inalterables.

A través de todas las etapas de la vida, los días en familia han sido una constante para Isabella, Iván y los gemelos.

A pesar de los desafíos y los cambios, su amor y respeto mutuo los ha mantenido unidos, creando una familia.

Era un sábado soleado cuando Isabella y Iván decidieron visitar a sus hijos,Nicolas y Mateo,en la universidad.

Llegaron al campus temprano en la mañana, sus rostros llenos de emoción y anticipación.

Los gemelos, ahora jóvenes adultos, los recibieron con abrazos y sonrisas.

A pesar de la carga académica y la vida universitaria, siempre estaban felices de ver a sus padres.

Primero, los llevaron a un recorrido por el campus, mostrándoles sus aulas, la biblioteca y sus lugares favoritos para estudiar.

Sus padres escuchaban atentamente, emocionados de ver cómo sus hijos habían crecido y se habían adaptado a la vida universitaria.

Después del recorrido, la familia decidió almorzar en el comedor universitario.

Mientras compartían una comida, los gemelos contaron historias sobre sus clases, sus amigos y sus experiencias universitarias.

Isabella y Iván escuchaban con orgullo, felices de ver a sus hijos prosperar en su nuevo entorno.

Por la tarde, la familia decidió pasar el resto del día en el parque cercano al campus.

Mientras los gemelos jugaban a la pelota, Isabella y Ivan se sentaron en un banco, observándolos con amor y admiración.

-¿Recuerdas cuando eran solo unos niños?.- preguntó Isabella su voz llena de nostalgia.

–Sí, pero estoy orgulloso de los adultos en los que se han convertido.-hablo Ivan apretando la mano de Isabella

El día terminó con una cena en el restaurante favorito de la familia en la ciudad. Los gemelos, agradecidos por la visita de sus padres, prometieron visitarlos pronto.

Mientras ellos se despedían de sus hijos, se dieron cuenta de que, a pesar de los cambios y la distancia, su amor por sus hijos permanecía inalterable.

Sabían que, sin importar dónde los llevara la vida, siempre tendrían esos días especiales en familia para recordar y atesorar.

Esa misma noche luego de volver de la universidad,Ivan decidió sorprender a Isabella con una cena romántica.

Había planeado todo con cuidado, queriendo crear un ambiente perfecto para ellos dos.

Iván había preparado la mesa en el patio trasero, bajo un cielo lleno de estrellas.

Velas parpadeantes iluminaban la mesa, creando un ambiente íntimo y romántico.

Una botella de su vino favorito estaba lista para ser descorchada, y la comida, preparada con amor y cuidado, esperaba ser servida.

Cuando Isabella salió al patio, su rostro se iluminó con sorpresa y felicidad

Iván la tomó de la mano, guiándola hacia la mesa.

–Es para la mujer más hermosa del mundo.- dijo besando su mano.

Durante la cena, compartieron risas, historias y recuerdos.

Recordaron sus primeros días juntos, su juventud llena de pasión y amor.

Hablaron de sus hijos, de lo orgullosos que estaban de ellos.

Pero, sobre todo, hablaron de su amor, un amor que había crecido y se había fortalecido con el tiempo.

Después de la cena,Ivan tomó en sus brazos a Isabella  y bailaron bajo las estrellas, su canción favorita sonando suavemente en el fondo.

Se miraron a los ojos, sus cuerpos moviéndose al ritmo de la música.

En ese momento, todo lo demás desapareció.

Solo estaban ellos dos, bailando bajo las estrellas, su amor tan fuerte y apasionado como siempre.

La noche terminó con ellos dos, sentados bajo las estrellas, sus manos entrelazadas.

–Te amo,Princesa.- murmuró Iván besando su frente.

–Y yo a ti,Mi chapito.-respondió Isabella apoyando su cabeza en su hombro.

Y así, en medio de la noche estrellada,Isabella y Iván recordaron su amor, un amor que había resistido el paso del tiempo y las pruebas de la vida.

Un amor que, a pesar de los años, seguía siendo tan apasionado y fuerte como siempre.

:) FIN....

Miles De Rosas 🥀 El Chapito 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora