Hyejin es la definición de perfección, Su vida para muchos era un sueño, lujos, viajes y haber nacido en una cuna de oro había favorecido a la linda chica.
Pero un matrimonio arreglado seria el inicio de una batalla entre quien se convertiría su esp...
Hyejin paso con éxito al secretario de Kim, no sabía si lo mando él para cerrar su paso. O pensó que es estúpida al creerse ese cuento que no estaba en su oficina.
Los pasillos se encontraban vacíos, agradeció eso no quería que nadie supiera lo que realmente iba a ser.
Matarlo fue la primera idea que cruzo por su cabeza, pedir el divorcio fue lo segundo que pensó; irse por la idea fácil.
–Permita me, decirle al señor
Kim Seokjin es como se había presentado frente a ella.
–Porque tendrías que hacerlo, soy su esposa no necesito un anuncio
–Cierto señora
Seokjin bajo su cabeza, un poco avergonzado por la situación.
–Voy a entrar sola– miro a la chica que retorcia las manos de manera nerviosa– Yongsun puedes esperar aquí
–Por supuesto
–Quiere algo de tomar
–No es necesario, esto no tomará demasiado tiempo
Les sonrió a ambos, antes de entrar a la oficina.
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Namjoon no levantó la cabeza, ya que pensó que sería Seokjin quien traía el medicamento para la resaca.
–Tardaste demasiado
–Eso mismo iba a decir, a tu repentina tardía al nuevo departamento
Levantó la vista en un momento rápido, tanto que su cerebro se miro sacudido por el dolor que punzaba.
–¿Qué haces aquí?
–Eso lo primero que preguntas a tu esposa
–Perdón no quería ser un maleducado
–Creo que eso ya lo eres, no lo crees– Hyejin comenzó a caminar de un lado a otro por toda la habitación– Te importaría explicar esto
Arrojo sobre la mesa, unas cuantas fotografías donde salía Namjoon con un par de chicas, una de ellas salían ambos besándose. Otra donde una de ellas tenía las piernas de par en par abiertas sobre él.
Kim las miro por unos minutos, pasando entre ellas y saltando otras más.
–Ahora me sigues– levantó una de sus cejas en dirección a la pelinegra–
–Yo no fui, no me interesas lo suficiente para ponerte un detective privado
–¿Dónde las conseguiste?
–Me las envió un reportero– siguió sin prestarle atención, al tipo que la miraba fijamente– Tuve que pagar unos cuantos millones, para que no aparecieran en los noticieros o en los foros en línea; con el título de "apenas con un día de casados", "Solo era un matrimonio que favorecía un contrato"
–Debería estar agradecido, por eso
–No, pero solo recuerda que si salen a la luz todo esto se va a caer– por fin tomo lugar, frente a él– Si no quieres que tus padres te dejen sin nada
–No lo creo, soy su único hijo
–Piénsalo eres valioso estando en una relación, con beneficios pero; si todo va mal te dejan sin nada
Kim reflexiono, unos cuantos segundos. Pero se vio interrumpido por Hyejin.
–Verás no estoy celosa por esto, ni siquiera lo tomo en cuenta. Si vas hacer esto– le arrojó una de las fotos donde sale con una de las chicas, entrando a un cuarto– Hazlo en privado, lejos del ojo público
–Pensé que esta visita seria para reclamar que no he asistido al departamento
–En un momento tendrás que ir, no hay posibilidades bajas ni altas
–Me tienes demasiadas esperanzas
–Solo tres años, no es mucho tiempo; después de eso cada uno es libre. Por cierto te traje esto– dejó sobre el escritorio, una pequeña planta– Es un regalo de bodas
Hyejin se levantó con elegancia, para retirarse.
–Espero que la cuides, y nos vemos después querido
Kim soltó un bufido, y dejó caer su cabeza sobre el escritorio.
–Maldición
Con ambas manos al lado de cabeza, mantenía un masaje sobre sus cien, para bajar aquel dolor.
