Capítulo 9

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Jin esta confiado, si había algo que hacía bien; era cocinar

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Jin esta confiado, si había algo que hacía bien; era cocinar.

Él creía que lo había sacado de su madre que, desde muy chiquito le pedía que la ayude a cocinar, ya sea picando, condimentado o lo que haga falta. Con el tiempo desarrolló un gusto por la cocina, más específicamente con la repostería, amaba comer y crear postres.

Adoraba experimentar con los sabores, dulces, salados, picantes, amargos, ácidos, todo era fascinante para él.

Así que cuando su madre le dio esa opción para enamorar a Namjoon, Jin se retó mentalmente por no haber pensado en eso antes.

Si bien no sabía si a Namjoon le gustaban los dulces, nunca había dicho o insinuado lo contrario, así que supuso que no habría problema.

Estaba seguro de su decisión, hornearía una torta con frutillas, era algo así como "su especialidad".

Como seguramente haya mencionado antes, Namjoon y Jin aunque vayan a la misma universidad, no estudiaban la misma carrera, así que sólo compartían algunas clases ciertos días

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Como seguramente haya mencionado antes, Namjoon y Jin aunque vayan a la misma universidad, no estudiaban la misma carrera, así que sólo compartían algunas clases ciertos días.

Ese día en particular, no coincidían en ningún momento, así que Jin tuvo que esperar a que terminara la jornada para poder entregarle su regalo.

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Jin a veces odiaba cómo su seguridad abandonaba su cuerpo de la nada, dejándolo sólo con un manojo de nervios que ni él mismo entendía.

Y justamente eso pasó cuando vio a Namjoon saliendo de su clase, mientras reía con Momo agarrada de su brazo.

Sinceramente no sabía que sentir, no sabía si le daba vergüenza el hecho de entregarle la torta con Momo presente, o si temía interrumpir su animada charla con su regalo.

Fue un acto reflejo, el que le hizo esconder la caja en su espalda, mientras el moreno se acercaba a saludarlo con Momo acompañándolo.

-Jinnie!! Hola, qué haces por acá?-

-Tal vez nos cruzamos porque vamos a la misma universidad?- dijo Momo y Namjoon no pudo ocultar su cara de desagrado

-Como te decía JIN, qué te trae por acá?-

-Ahm... emm.. yo.. sólo pasaba para... saludarte-

Momo no tardó en darse cuenta de la situación, la caja detrás de su espalda, el nerviosismo y la clara intención querer decirle algo.

-Uy.. chicos, me llaman. Parece que Yeojin necesita ayuda con algo, nos vemos luego- soltó antes de salir casi corriendo por el extenso pasillo.

-Ajaaaam...- Namjoon creía que su amiga necesitaba urgentemente atención médica o algo.

-Nam- llamó el más bajo, inseguro de seguir hablando.

-Si?- se giró y notó un claro bulto en su espalda. -Qué tenes ahí?-

Jin no dijo nada, sólo afianzó su agarre a la caja rosada y la extendió hacia el más alto, ladeando ligeramente la cabeza, intentando no hacer contacto visual.

Namjoon sólo atinó a abrir el paquete, levantando con cuidado la tapa para no dañar el empaque.

-Vos... la hiciste para mí?-

-Si-

-.......-

-Perdón, tal vez ni te gustan las cosas dulces, la próxima vez te preguntare antes de darte algo, lo sien--

Antes de que pudiera terminar unos brazos sujetaron su figura, con cuidado de no dañar el postre, apretó más el abrazo, pasando sus manos por su cuello.

-No te disculpes, me encanta, gracias por hacerlo, lo aprecio mucho- dijo y se separó del pelinegro no sin antes darle una de sus sonrisas con hoyuelos, esas que volvían loco a Jin.

Jin no sabía si mirarlo a la cara o no, sentía arder sus cachetes y estaba seguro que tenía los ojos brillosos. Siempre que se enamoraba pasaba lo mismo, sus sentimientos se agudizaban y su cuerpo explotaba con cada tacto.

Namjoon por su parte sólo pudo pensar en Jin cocinando una torta pensando en dársela a él, lo cual lo hizo extrañanamente feliz.

Y él simplemente no le dijo a Jin que no acostumbraba comer cosas dulces porque se relajaba rápido, sólo quería disfrutar de su cara colorada y sus labios fruncidos un rato más.

Tampoco le comentó sobre su extraña necesidad de querer volver a abrazarlo.

Y mucho menos le hizo saber sobre sus ganas de besarlo hasta quedarse sin aire.

Definitivamente había algunas cosas que todavía no las diría en voz alta.

Silly Boy | Namjin AuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora