★Capitulo 4★

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Al acabar la escuela, me despedi de Emily y estaba caminando hacia mi casa, pero la voz de un chico invadio mis pensamientos

–Vaya, vaya, a quien tenemos aqui? La que supuestamente se apellida Rose Lavigne? Por dios, no puedes ser tan incredula Fernanda, si es que te llamas asi

–Porque razón mentiria? Y ademas a ti que te importa? Tan interesado estas de mi vida? —Dije mirandolo—

–No, no me importas una mierda la verdad, lo que me molesta es que mientas

–Que no estoy mintiendo! Por dios, vete al carajo! —Abri mi botella de agua y se la tire en su remera, dejandolo empapado—

–Ahg! Que carajos acabas de hacer! —Dijo el chico enojado—

–Lo que te merecias imbecil! —cerre la botella y segui mi camino a casa, escuche al muchacho subir a su auto y me siguio en su auto, llegue a casa y vi a mi madre—

–Que paso cielo? —Dijo con su voz angelical, pero que por las noches la escuchaba gemir y jadear—

–Nada —Dije y me fui a mi cuarto, mientras subia las escaleras le dije—
Y no pienso comer —Me encerre—

Me tire a la cama, pero la verdad no podia parar de pensar en el chico, en sus manos, su cabello, sus ojos, tal vez sea un idiota, pero es tan lindo...

Mis ojos se cerraron, me quede rotundamente dormida, pero no duro mucho, a la media hora se escucharon gemidos y jadeos de nuevo

–Ahhh, tan lindo que estaba mi sueño! —Dije levantandome—

Baje a la cocina, al no almorzar tenia hambre, agarre algunas frutas y me hice una ensalada de frutas, las puse en un tupper y sali afuera, a caminar por la cuidad, pero asi fue, el chico estaba ahi, mirandome, parado en una cuadra enfrente de mi casa con una no muy buena sonrisa, al verme salir se acerco y agarro un mechon de mi pelo y me dijo con su voz fria

–No se ni como te llamas, pero ya te odio —Se acerco un poco mas—

–Sabes? Yo igual —Dije mirandole los labios—

La tension no duro mucho, como era de esperarse, lo bese

–Te odio —Dije besandolo—

–Te odio mas —Dijo mientras apasionaba el beso, sus grandes manos rodearon mis caderas, me alzo y me mantuvo sobre el unos minutos mientras me besaba, senti un bulto entre mis piernas—

Hunter Sylvester, un amor complicadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora