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La decisión de Alondra de huir de casa con Miguel decepcionó profundamente a sus padres, quienes pensaron en desheredarla. Sentían que no merecía nada de ellos y no estaban dispuestos a aceptar a Miguel en su familia.

Mientras tanto, el apasionado idilio de amor entre Alondra y Miguel finalmente se consumaba. En los primeros meses, todo era pasión y amor desenfrenado, viviendo el día a día sin preocupaciones. Sin embargo, la falta de un plan económico sólido comenzó a traerlos de vuelta a la realidad. Hasta ese momento, Miguel era el único que trabajaba y su empleo como chófer no le proporcionaba un salario adecuado. Apenas alcanzaba para pagar la habitación donde vivían y cubrir las necesidades básicas de alimentación.

Con el paso de los meses, la realidad les golpeaba en la cara. El barrio donde vivían no era seguro ni de buena calidad. Era precario y peligroso, y Miguel pasaba la mayor parte del día fuera, debido a su trabajo. Mientras tanto, Alondra se sentía encerrada en aquel lugar y se sofocaba. El idilio de amor que una vez fue tan intenso comenzó a desvanecerse y Alondra comenzó a dudar de su decisión. Había abandonado su sueño de estudiar por amor y no estaba feliz con la vida que llevaba.

Las dificultades económicas y el entorno en el que vivían comenzaron a afectar a Alondra emocionalmente. Sentía que se había alejado de sus metas y anhelaba retomar su sueño de estudiar veterinaria. La realidad les mostraba que su amor no era suficiente para construir una vida estable y satisfactoria juntos.

La incertidumbre y la insatisfacción comenzaron a pesar en Alondra, mientras se preguntaba si había tomado la decisión correcta al dejar atrás su futuro académico por una relación amorosa. Se encontraba en una encrucijada, buscando respuestas y una forma de retomar el control de su vida y perseguir sus sueños.

Han transcurrido varios años y la situación de la joven pareja no ha mejorado significativamente. Alondra se vio obligada a trabajar en una casa de familia para ayudar a Miguel a cubrir los gastos del hogar. Lograron alquilar un pequeño departamento, pero aún necesitaban más dinero. Alondra no se conformaba con lo que tenían y estaba decidida a avanzar. Optó por estudiar una carrera técnica en enfermería que duraría tres años. Aunque no era su sueño inicial, creía que esta profesión le permitiría ayudar a otros y mejorar su situación.

Por otro lado, Miguel había experimentado un cambio. Ya no era el joven arriesgado y soñador que prometió superar cualquier obstáculo para estar junto a su amor. Se había vuelto conformista y posesivo, mostrando poco interés y apoyo en los sueños de Alondra. A medida que ella se inscribía en una institución para cursar enfermería y trabajaba arduamente, asistiendo a clases nocturnas, Miguel no mostraba entusiasmo. Él exigía más tiempo y atención para él mismo.

Alondra amaba a Miguel, pero comenzó a reflexionar sobre la vida que él le proporcionaba. No sentía su apoyo y parecía que sus intereses ya no estaban alineados. Además, Miguel nunca tuvo éxito en sus estudios, conformándose con empleos que no le permitían salir de su situación actual. Alondra temía que su pareja tuviera celos infundados y, en el fondo, temía que ella lo dejará una vez que se graduara y conociera a otras personas que avanzaban en la vida mientras él se quedaba estancado.

Finalmente, llegó el día de la graduación de Alondra en enfermería. Aunque estaba feliz por su logro, también llevaba consigo el peso de los días de sufrimiento a lo largo de ese camino. Su relación con Miguel estaba deteriorada y el apoyo que necesitaba de él no fue como esperaba. La relación se había vuelto una constante montaña rusa emocional.

" Ausencia irreparable"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora