[CAPÍTULO UNO: ¿UN ENCUENTRO NO VIOLENTO?]

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"📘: La princesa caprichosa y su enemigo sabiondo"

Cuando el día había comenzando, los dos niños cumplieron con su misma rutina diaria. Es decir, darse una ducha, lavarse el rostro y los dientes, peinarse, y ponerse el uniforme.
Generalmente, ambos estaban de malhumor al verse, e incluso, se ignoraban. Pero está vez, ambos parecían estar...¿Juntos? Bueno...Aún se ignoraban, pero... Estaban en el mismo lugar juntos. Debajo de un árbol, el cuál desprendía un hermoso color verde de sus hojas.
Nagisa, por su parte, estaba leyendo algunos libros sobre biología. Uno de sus favoritos, mientras que Kotoko observaba las flores.
El silencio templaba ese lugar como sí fueran mudos. Pero...Los pensamientos no decían lo mismo del otro.
Kotoko pensaba que aveces llegaba a ser dura con Nagisa, y no merecía ese trato. Aún seguía enamorada de él, pero no sabía cómo admitirlo. Sabía que se odiaban, pero no quería negarse a sentir el amor.
Nagisa, sabiendo que la tenía a su lado y solo la ignoraba, sentía ese cálido aura que desprendía Kotoko el primer día que ambos entrelazaron una mirada y una palabra. ¿Por qué mentir? Aún la amaba como ella lo hace. Pero...No podía pensar que sea alguien que sea buena gracias a Monaca Towa.
Una tensión fuerte se desprendía de ambos. No querían pelear aún, solo querían...un abrazo del otro. Volver a ser "amigos"...Dejar de odiarse y ser amigos.
Mientras que ambos estaban ocupados ignorandose mutuamente, Nagisa movió sigilosamente su mano derecha hacia la mano izquierda de Kotoko. Entrelazó sus dedos con los de Kotoko, y de forma inconsciente, ambos se habían tomado la mano.
Kotoko había notado eso, pero... Correspondió su agarré también entrelazando sus dedos. Algo se estaba formando dentro de ellos...mejor dicho, un hilo se formaba en sus dedos meñiques. El hilo rojo del amor.
De alguna u otra forma, ambos estuvieron allí sin decir una sola palabra. Solo...manteniendo sus manos juntas. Llegando a un punto que...Kotoko cerró sus ojos y se durmió, reposando su cabeza en el hombro de Nagisa._
Nagisa, de cierta forma, solo sonrió e impregnó sus labios en la frente de la chica, y de la misma forma, se quedó dormido en su cabeza.

La princesa caprichosa y su enemigo sabiondo. (ROLES DE NAGISA X KOTOKO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora