01 | La librería.

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Quito la última pelusa de su suéter color rosado y coloco su broche de conejo en su pelo liso color café, guardo todas sus cosas necesarias en su mochila y salió de su casa.

Tenía que ir a la escuela, iban a ser los exámenes finales así que debía poner muchísima atención a sus clases.

—¡Oh Hyeon! —ella volteó hacia la pequeña anciana que la saludaba desde su puesto de flores—, ¿vas a clases? —pregunto la señora acomodando los tulipanes rosas en su ramo.

—Bora, cómo está? —pregunto Hyeon—, y si, me dirijo a la escuela.

—Me alegro, yo estoy bien, ya sabes —dijo la señora Bora—, vendiendo flores, aunque casi nadie viene ahora... —soltó tristemente—, los jóvenes se centran en regalos más bonitos.

Hyeon vio la cara triste de la anciana y se sintió mal—No se preocupe, ya vendrá gente, se lo prometo, es más, ¿me puede vender un girasol?.

—¡Claro! —Hyeon estaba apunto de darle el dinero pero Bora lo rechazó—, no, no, no, así está bien, ya me ayudaste mucho cuando te ofreciste a ponerte esa botarga de conejo ofreciendo flores.

Oh cierto, Hyeon todavía se acordaba como se había resbalado con una cáscara de plátano, recordaba la cara del niño horrorizado justo cuando salió volando la cabeza del conejo.

—Lo recuerdo... —agito la cabeza queriendo olvidar ese suceso—, bien, ahora me iré, si no llegaré tarde.

—Si, si, adiós Hyeon.

—Adiós Bora.

Sin más siguió su camino a su destino principal. Unos minutos después llegó a su escuela, busco a sus amigas pero no las vio por ninguna parte, formó un puchero y se dirigió a clase.

Bufó y se sentó en su asiento.

—¿Estresada? —pregunto su compañero de mesa.

Ella volteó hacia el—No te diré nada, seguro vas a burlarte de mi.

—¿Por qué razón lo haría? —pregunto el chico de pelo rubio.

—Felix, te conozco.

Lee Felix, un chico el cuál no le gustaba estudiar pero aún así tenía buenas calificaciones, se había convertido en el mejor amigo de Hyeon cuando esté la defendió de unos bravucones que quisieron aprovecharse de ella, el la consideraba una hermana menor y ella un hermano mayor, aunque era ilógico porque ella era mayor que el.

—No me burlare —dijo el pecoso—, lo prometo.

—¿Por el meñique? —pregunto ella arrugando la nariz.

—Por el meñique —el levantó su dedo pequeño y sellaron la promesa.

—Bien... —guardo silencio unos segundos—, aún no se cómo abrocharme los cordones de los zapatos.

Felix trató pero no pudo evitar soltar una sonora carcajada.

—¡Oye, lo prometiste! —grito ella—, ¡dijiste que no te burlarías!.

El chico se limpio las lágrimas que salieron—Lo siento Hyeon, es solo que, pensé que era algo más... espeluznante —hizo su voz grave y asustó a la chica.

—Sabes que no me gusta que me asusten —le dio un pequeño golpeé en el brazo—, en vez de burlarte de mi mejor cuéntame, ¿cómo fue tu cita con Chan? —puso sus brazos cruzados encima del escritorio.

—No te puedo contar nada querida —dijo Felix con una cara rara, estaba ocultando algo.

—¿Y porque no? —cuestiono ella confundida.

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⏰ Última actualización: Jun 08 ⏰

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The Library Boy | Hwang Hyunjin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora