Capítulo 11: Detrás de la Sonrisa

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Sara se sentía abrumada por la presión invisible que parecía rodearla en el instituto. Aunque siempre sonreía y se mostraba alegre frente a sus amigos, en su interior luchaba contra sus propios miedos e inseguridades.

Mientras estudiaba para los exámenes finales en su cuarto, observaba las fotografías en la pared. Había una en particular que destacaba: una foto familiar tomada durante unas vacaciones en la playa. En ella, se veía a Sara con su madre, su padre y su hermano mayor, Cristian, todos sonriendo y abrazados. La foto irradiaba felicidad y amor, pero Sara sabía que detrás de esa sonrisa familiar había tensiones y preocupaciones que preferían ocultar.

Además de la foto familiar, Sara tenía otras imágenes enmarcadas que adornaban su habitación con paredes rosadas. Una de ellas mostraba a Sara con sus ex amigos en una excursión al campo, riendo y disfrutando del aire libre, no la quitaba porque sentía que era un lindo recuerdo. Muchas fotos de ella de pequeña. Otra foto capturaba un momento especial de graduación de la primaria, donde Sara y sus compañeros posaban con sus diplomas y sonrisas de oreja a oreja.

Junto a estas fotos, había un collage de instantáneas de Sara con sus amigas Patricia y Jacqueline, tomadas en diferentes ocasiones: en fiestas de cumpleaños, salidas al cine y tardes de estudio en casa. Cada foto era un recordatorio de la fuerte amistad que compartían y de los momentos felices que habían vivido juntas.

En una esquina de la pared, Sara tenía una serie de fotos enmarcadas de paisajes inspiradores: puestas de sol en la playa, bosques cubiertos de nieve y campos de flores en primavera. Estas imágenes evocaban un sentido de calma y serenidad que Sara encontraba reconfortante en los momentos de estrés y ansiedad.

Durante la cena con su familia, Sara intentó mantener su habitual sonrisa radiante mientras compartían anécdotas del día. Su madre, con una mirada cariñosa, le preguntó cómo le iba en el instituto, y Sara respondió con una respuesta vaga sobre los proyectos del final de curso. No quería preocupar a su familia con sus propios problemas y miedos.

Después de la cena, Sara se retiró a su habitación y se sentó en su cama, reflexionando sobre su vida y sus sueños. Miró alrededor de su cuarto, decorado con fotos, libros y recuerdos de momentos felices con sus amigos y familiares. Cada objeto tenía una historia que contar, pero Sara guardaba muchas de esas historias para sí misma, temerosa de abrirse por completo ante los demás.

Mientras se preparaba para dormir, Sara suspiró, sintiendo el peso de sus preocupaciones sobre sus hombros. Sabía que tenía mucho amor y apoyo a su alrededor, pero a veces el miedo al rechazo y la sensación de ser invisible parecían abrumarla. Sin embargo, también sabía que debía encontrar la fuerza para enfrentar sus miedos y seguir adelante, confiando en que el amor y la amistad la guiarían en el camino.

Antes de cerrar los ojos, el último pensamiento de Sara fue para Andrés, preguntándose qué estaría haciendo en ese momento y esperando que él también estuviera bien.

Un Amor Nacido en DirectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora