UNO 🍁

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Suena un fastidioso pitido a lo lejos y mientras las brumas del sueño se despejan me doy cuenta que es mi despertador.

Mierda, hoy empiezo en el internado. Uff. Y para mejorar el día, mi hermano comienza a llamarme.

- Abigail. Levántate. Ya estoy listo y mamá también. Dependemos de ti para irnos. No nos hagas llegar tarde.

Vaya sermón. Pero entiendo sus razones, si es normal que siempre salga en apuros porque de seguro llego tarde a donde tenga que ir. He intentado mejorar, pero que puedo decir, llegar temprano supongo que no es para mí.

- Voy - Respondo mientras salgo de la cama. Sigo algo dormida, así que parezco medio borracha mientras voy al baño.

En el camino me encuentro a Levi, mi hermano. Pasa de mi porque lleva sus maletas y las va a bajar a la sala de la casa, pero me tropiezo, que torpe, como siempre.

- Epaa- Me dice mientras me alcanza a coger del brazo para que no me caiga.- Coordina, dormilona.

-Sí, sí. Gracias.- Dije, ya despierta. Ese Tropiezo me ayudo a despertar del todo.

Entro al baño y hago mis necesidades, las que todo ser humano, por asquerosas que sean, le toca hacer. Luego pongo en el celular a sonar una canción que me gusta, y me meto a la ducha. Lo normal. Me cambio, unos jeans, un crop top negro y un saco; algo casual, me da pereza arreglarme la verdad, con lo que me demoro en realidad es con mi cabello, es lindo, que va, es hermoso, pero que joda lo de peinarme. En esa vaina, sí que me demoro. Peero bueno, la belleza cuesta que hijuemamas.

- Abby!- oigo gritar a mi mamá desde el piso de abajo.

Gruño, e intento apurarme para que deje de insistir. Arreglo mi cama, aunque no vaya a estar durante un largo periodo de tiempo. A partir de hoy, dejaré este dormitorio para después adoptar uno de alguna residencia, espero que tengan buenas camas. Uff.

-Abby!- Grita de nuevo.

-Ya bajo! Estoy terminando.

Me obligo a apurarme, meto las últimas cosas a la maleta y me siento encima de esta para poder cerrarla, creo que llevo demasiado equipaje. Cuando mis manos están un poco rojas por la cremallera, que no cedía, logro cerrarla, y la llevo al inicio de la escalera para después ponerme los zapatos.

- Abigail!

- Mamá, ya estoy bajando, deja de gritar por favor.

En la mesa está sentado Levi, con una sonrisa burlona para mí, niega con la cabeza por la gracia que le hago, odio que me apuren y él lo sabe más que nadie. Levanta sus platos, y se acerca para abrazarme, aunque yo esté hecha un lio con las maletas que cargo.

- Hola engendra- Su apodo me hace reír, supongo que nuestras muestras de afecto son un poco diferentes a las de los demás.

- Hola engendro- Respondo a mi vez, y él también se ríe, desde acá huelo su colonia, se pasa cada vez que se echa, de seguro es todo el envase.

- Hola nena, tu desayuno se está enfriando, no te vayas a atorar por el afán, y por favor, antes de salir péinate.

Me miro en el espejo que queda consiguiente a la escalera, y veo que mi mamá tiene razón porque parezco una loca con el cabello así, aunque hago mis esfuerzos en hacerme un buen peinado, me rindo al tercer intento, así que simplemente me hago una pequeña trenza y paso a la mesa.

Como entre rápido y sin ver, así que termino manchando el saco, uff, los nervios me tienen más torpe de lo normal. Al terminar, subo corriendo de nuevo a la habitación a ver si de pronto deje un saco para no tener que volver a abrir alguna de las maletas, afortunadamente encuentro algo, no un saco, pero si una chaqueta, bueno eso servirá. Me lavó los dientes y bajo de nuevo.

- Voy llevando las maletas- Ofrece Levi mientras coge las llaves del carro.

Mamá está aún más nerviosa que yo y por eso se mancha de pintalabios, mientras ella arregla su desastre yo observo mi reflejo para no parecer recién levantada, me echo un poco de brillo labial y ya, ni siquiera sé maquillarme, como dice mi mamá yo rompí el molde. JA. Me la quedo mirando, y se ríe al ver que inconscientemente tengo una sonrisa burlona en la cara por lo que se ha hecho.

Nos dirigimos al carro y la verdad es que parezco una especie de robot, porque hago todo como automático mientras en mi cabeza saltan un montón de locos pensamientos por el manojo de nervios que estoy hecha, qué pasará allá? será que me odiarán? sé que no soy de esas personas que caen bien a la primera, haré amigos? uff, eso es algo que de verdad no puedo controlar. Ojalá tenga una buena compañera de habitación o esto será el desastre que llevo tiempo pensando.

Mientras arranca el auto, pienso en las cosas nuevas por las que he de ir y en las cosas que he de dejar, esta casa seguirá siendo mi lugar seguro, aunque no siempre haya sido así, no importa, ojalá mamá no se vaya a sentir muy sola con nosotros dos en otra parte.

He de prometerme que no se me ocurra salir corriendo cuando lleguemos, soy una adulta, de 17 años, bueno supongamos, tengo que comportarme como tal, pero también me prometo que esto me lo voy a gozar, sin descuidar el estudio. Voy a demostrar que soy capaz hasta de lo que ni se me ocurre.


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Bueno, comenzamos con el cambio total.

Todo capitulo modificado tendrá el símbolo de la hoja:   🍁 

Como leyeron, hubo cambio de nombres, de situaciones, de lenguaje, de longitud, en fin muchos cambios. 

El nombre de la historia cambió, antes era "Le gusto al playboy?" pero me parecía muy largo y ademas no sé, no me gustó, así que ahora el nombre, como vieron es "Casanova" me encanto, la verdad,  qué prefieren ustedes?

Au revoir. 

 

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CASANOVADonde viven las historias. Descúbrelo ahora