My perfect disaster ♥

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Llegue a la dicha pastelería ,y el lugar era como sacado de un cuento de hadas, toda la fachada externa era color rosa y en la vitrina se veían los pasteles mas hermosos que jamas había visto, tal vez estén pensando que soy rara y que me impresiono con facilidad, pero me siento como una niña pequeña entrando a una jugueteria.

En la puerta esta clocado el un cartelito rosa << para mi sorpresa>> que dice cerrado aunque la puerta esta abierta, entro y suenan las campanas que se encuentran en la puerta.

-¿Hola?¿hay alguien?- espero y... nada, nadie responde, me asomo por arriba del mostrado y detrás de una puerta << que parece ser la cocina >> logro ver un gorrito blanco, voy en dirección a la cocina cuando mi pie se enreda con unos cables y caigo al suelo como una tonta, el estruendo sorprende a todos y sale tres personas de la cocina , dos eran mujeres que cargaban unos delantales rosas con volados,lo que parecía ser el uniforme,  el otro era un hombre que tiene puesto el típico delantal blanco arremangado hasta los codos y el gorro de chef, lo que me indicaba que el era el jefe. con las mejillas rojas de la vergüenza me levanto y pido disculpas.

-Pe-per-don no quería hacer desorden- esto o me puede estar pasando a mi, que buena primera impresión << note se mi sarcasmo>>.

 

-¿Y tu eres? - dice el "chef" con un notable desagrado mientras me tiende la mano para que me levante.

- Soy Katherine Clot y vengo por el empleo- al decir esto el chef relaja su expresión, estaba ¿aliviado? tal vez.

-Lo hubieras dicho antes, pasa- con sus manos me hace señas para que me dirija a la cocina- pero por favor no te caigas- tras su comentario hice una mueca de pocos amigas, mientras las dos rubias oxigenadas que tenia como asistentes se ríen entre dientes, ya estoy empezando a odiar a estas chicas.

-Bueno Katherine.

-Digame Kat.

-Bueno Kat, ¿crees que eres lo suficientemente buena para trabajar en mi cocina?- me sentí ofendida.

-La verdad chefff- estiro las palabras mientras leo la etiqueta de su delantal- Adriano soy bastante buena en la cocina y si no me cree puede probarme.

- Me gusta tu actitud chica, hoy trabajaras para ver que tan buena eres y luego hablaremos si te quedas o te vas.

- Me parce muy bien.

*Dos horas mas tarde*

La pastelería esta llena de personas y a cada rato salen pedidos, pero no estoy cansada me siento con mucha energía, falta poco para cerrar ya que es feriado cierran mas temprano, hasta ahora no he tenido inconvenientes, bueno solo un tropezón con Ashly << la rubia numero 1 y la que parecía la líder>> pero no era nada comparado con Oriana, una chica de la secundaria como era de descendencia latina presumida sus cubras y su larga cabellera rubia (que era teñida)

*FlashBack*

Caminaba junto a mis amigas Leo y Eli por los pasillos de la secundaria cuando aparece Orina junto a su séquito y golpe mi hombro sin intentar disimular, yo como soy antiparabolica con eso lo paso como si nada, pero Leo (que estaba harta de ella) se devuelve y "sin querer" le mete el pie, Oriana cae como un ciervo recién nacido y todos los que estaban presentes pudieron ver sus lencería negra, porque: 1-. su falda era tan pequeña como su cerebro, 2-. al caer abrió las piernas como la puta que es , y 3-. es una puta. Se levanto y se fue contra mi amiga diciendo cosas que no son apropiadas de una dama, y como  mi me vale lo que piense agarre a mi amiga y le saque el dedo del corazón dejándola con las palabras en la boca y un tacón roto.

*Fin del FlashBack*

Y eso no era nada comparado con todas las demás veces, una vez se salio de control la situación y termine con las extensiones de Oriana en mis manos.

Ya eran las 5:30 y las sillas se encontraban sobre las mesas, cuando termine de barrer Adriano me llamo y me pidió que pasara a su oficina, yo con gusto lo hice.

-Tu desempeño de hoy fue magnifico- levemente me ruborizo ante su comentario- eres lo que estaba buscando.

-¿Eso significa que...?- no termino la frase esperando su respuesta.

-Eso significa que tienes el empleo-  en mi rostro se formo una sonrisa mas grande que la del gato rison e intente con todas mis fuerzas no gritar de la emoción.

-Gracias gracias gracias- no paraba de agradecer- te prometo que no te defraudare.

- Eso espero, te veo mañana a las 8:00 am.

Apenas salí de la oficina solté toda la emoción y grite como una niña pequeña, deben de creer que estoy exagerando y que es solo un empleo, pero para mi es un paso mas cerca de tener mi propia pastelería , ya que ese es mi plan de vida: tener mi propia pastelería, casarme y tener hijos (preferiblemente en ese orden).

Cuando llegue a mi apartamento estaban todas las luces apagadas, lo que me sorprendió ya que se suponía que Leo se iba a quedar pero conociéndola capaz esta de fiesta, me recosté en el gran sofá de cuero blanco y con la palanquita que se encontraba a un lado extendí el coso donde se apoyan los pies enciendo la televisión me pongo a ver el canal Gourmet  en eso recibo una llamada de mi novio.

*Al teléfono*

-Hola amor.

-Hola gordo.

-¿Que te parece si hacemos algo hoy?

-¿Te parece venir a mi casa a ver una película?

-Me parece genial y así me cuentas como te fue hoy, en media hora estoy halla. 

-Vale te espero.

*Fin de la llamada*

Mi novio es la persona mas dulce y tierna que conozco <<a pesar de que conozco muchas personas>> y guapo, tiene el cabello castaño claro y unos ojos almendrados color miel que me vuelven loca , ademas de un cuerpo que esta para morirse, y la verdad esta bien dotado.

decidí darme una ducha ya que estoy llena de harina, salgo y me coloco unos shorts de tela y una sudadera de él que me llega mas abajo del muslo, deje mi cabello suelto para que se seque al natural, ni bien me acomodo en el sofá suena el timbre y detrás de la puerta esta James con una gran bolsa de ositos de goma y el mas que nadie sabe que amo los ositos de goma. Al entrar me da un abrazo y un beso al cual correspondo, nos acostamos en el sofá y me acurruco sobre su torso, después de debatirlo tanto terminamos viendo bajo la misma estrella y lloro como un bebe al igual que él, sin darme cuenta ambos nos quedamos dormidos en medio de un abrazo.