Fake Love (Jenlisa)

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La señora Kim, sus hermanos, su hora ex novia y algunos familiares se despedían de Kim Jisoo.

Lisa no lloró se sentía demasiado cansada, miraba a la nada rogando por no perder a nadie más, lo único que le quedaba era su novia que no estaba con ella.

Que en estos momento debía estar revolcándose con otra.

Había notado que también Jennie le era infiel, pero como la amaba tanto no tenia coraje para dejarla, amaba mucho a su novia y era lo único que le quedaba.

Después de su entierro, se fue a la casa de su novia necesitaba estar acompañada. Su ceño se frunció al ver la puerta medio abierta así que entró y la cerró con silencio, escuchó unos sonidos provenientes de la sala, su corazón se aceleró al identificar que aquellos sonidos eran gemidos, caminó a paso lento hasta la sala y ahí la vió.

Su novia estaba allí, semidesnuda con otra chica abajo de ella.

Su novia había preferido dejarla sola con su dolor y quedarse con otra.

Dio unos pasos hacia atrás haciendo que chocara con una mesita que tenía un florero, que calló al suelo.

Jennie se giró rápido la cabeza para ver qué había sido eso, se puso pálida al ver a su novia que estaba lloraron silenciosamente, sin ningún brillo en aquellos ojos que una vez adoró, Jennie y la otra chica permanecieron en silencio por unos segundos hasta que vió a su novia salir corriendo de allí.

Y ahí supo que había terminado de romper totalmente a la persona que supuestamente amaba.

Lisa corrió por las calles totalmente rota, sus padres no la quieren, sus amigos están muertos, su novia nunca la quiso la utilizaba nada más, ni siquiera supo si realmente Jennie la amó alguna vez.

Solo quería que el dolor en su pecho se detuviera, no quería sentir más ya no quería vivir más, estaba agotaba, no era capaz de pensar bien solo quería dejar de sentir.

Al llegar a su casa sus padres estaban allí, viendo la televisión abrazados.

Pasó directo a su cuarto, pero su madre empezó hablar.

"Que bueno que tus amiguitos ya no están, y que vieras cuanto te ama tu novia" la menor no dijo nada.

Sus lágrimas salieron, subió a su cuarto, ya no tenía motivos para vivir, no tenía motivaciones ni nadie por quién vivir, todo estaba perdido.

Buscó en su cajón pastillas para dormir, al encontrar el tarrito, se sentó en su cama, abrió aquel tarro y se tomó todas las pastillas sin dudarlo.

Nadie la iba a extrañar.

"Nos vemos chicos" murmuró mientras sonreía, al fin iba a descansar de todo las tristeza, dolores y lágrimas de todo este tiempo.

Y por primera vez Lisa sintió paz.