Sinopsis

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La alarma sonaba brutalmente, no sé si era porque iba a amanecer de malas o de verdad tenía todo el volumen mi celular. Como sea. Lo tiré al suelo y me levanté de malas, odio tener la razón.
Lo recogí del suelo y apagué la alarma, no sé si es raro, pero siempre pongo dos alarmas por si no me despierto en una, me despierto en una, pues será en la otra (creo que es demasiado lógico)
Eran mas o menos las seis y media de la mañana, faltaban como dos horas para que entre al colegio, a mi primer día de escuela.
Como sea, no quería ir oliendo a perro mojado como algunos chicos lo hacen, y el primer día ¿pueden creerlo?
Abrí la regadera y dejé que callera el agua sobre mi cuerpo hasta que me empapase todo. No les voy a decir como me baño o me pongo los boxers, simple te me duché, no se emocionen.

Saliéndome de bañar, escuché como tocaban mi puerta, la de mi habitación. Me envolví la toalla alrededor de la cintura y fui a abrir.
-¿Quién es?
-¡Logan, querido! -no puede ser. Abro la puerta nervioso, una chica llamada Amanda estaba frente a mi con apenas una camiseta, mía, y sin pantalones.
-creí que te habías ido anoche -dije nervioso.
-no, como puedes ver sigo aquí porque me estoy desesperando
-¿de qué hablas?
-¡apenas ayer me tocaste! ¡no es justo! Hace una semana te ví con Charlotte y te veías muy feliz
-¿qué mierda hacías espiandome?
-¡vivo a lado tuyo idiota! ¡se escucha todo lo que haces y como gritas y gimes! -sentí como las mejillas se me llenaban de un color rojizo. Es increíble que esta chica sepa todo lo que hago en mi apartamento, lo que yo me pregunto, ¿por qué mierda quiere que la toque si soy una patán?
-¿en qué tanto piensas? ¿qué no soy lo que buscabas?
-siendo honesto, no, no eres tan deseable -sus ojos se sobresaltaron y su boca formó una gran O -es mas Amanda, deberías de dejar de usar esas mini faldas, no te ves deseable si no como una ramera
Me plantó una bofetada en la mejilla derecha y comenzó a gritar.
-¡eres un idiota! ¡un hijo de puta!
-no me lo tienes que decir, lo tengo bien presente -se dio la vuelta y salió de mi apartamento, pude oír como azotó la puerta con furia.
Sonreí. Aún no puedo creer como es que puedo hacer que las chicas pasen conmigo una noche de placer y después me manden a la mierda.
Tengo lo que quiero, no me importa su opinión, si no fuera por mí, la mitad de las chicas de la preparatoria seguirían siendo vírgenes.

" Hola cariño, que tengas un lindo día en el colegio, tu hermana y yo te deseamos mucha suerte en tus estudios" Visto 9:15am

La escuela, se aspira un olor de desesperación y a viejo, y por eso me refiero a los maestros que están mas viejos que el esqueleto del salón de ciencias.
Sentí un fuerte golpe en la espalda, solemnemente grité y me dí la vuelta para darle en la cara al idiota.
-¡Wow, tranquilo!
-nunca en tu vida me vuelvas a tocar Jacob
-ni que fueses tan deseable cabrón. ¿Cómo te fue en las holidays?
-¿Holidays?
-lo lamento, es que de repente me sale lo gringo
-casi no se nota, no me quejo, fui con mi madre y con Lea a Canadá, Lea quería conocer las cataratas del Niagara
-Aw, Lea. Sigue siendo una niña
-tiene doce
-es una niña, lo bueno es que su hermoso hermano no le ha enfermado la mente -le solté un sape a Jacob en la cabeza y me reí. -yo solo decía
-mejor no digas nada, siempre terminas arruinando las cosas
-perdon señor Don Juan
-es un nuevo comienzo mi querido Jacob, habrá nuevas chicas con las que pasaremos buenos ratos
-ya me veo hermano
-sigues siendo un novato
-y tu un tarado
Sonreí.

AmberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora