Fue casualidad II - Joji

31 - feeling like THE END

Tenía mucho miedo de lo que fuera a pasar, me arrepentí mucho de no haberle dicho a nadie que iba a venir, es más ni si quiera quería venir. El amigo que controló a Andrés cuando se puso modo diablo conmigo y con Joji me llamó desesperado pidiendo que por favor lo viera en el café mar cercano del centro de la ciudad.

—Estás loco —dije —yo ya no tengo nada que ver con él ni nada, no voy a ir —colgué inmediatamente.

—Solamente quiero explicarte porque el se comportó de esa manera en ese día —se esforzó en convencerme, pero ya había pasado tiempo, a mi ya no me interesaba saber si era algo patológico o simplemente se le botó la canica.

Su insistencia fue tan molesta que terminé accediendo.

Mi café se estaba enfriando en lo que esperaba a su amigo Ray, mientras me concentraba en ver como el hilo de humo iba bajando de intensidad mi mente comenzó a pensar ¿que tal si fue una trampa y llega Andrés? Mi corazón empezaba a latir e inconscientemente empecé a idear un plan de escapatoria, lo bueno que estaba en un lugar público entonces no creo que pueda suceder algo malo.

El hilo de humo desapareció junto con mi paciencia, agresivamente saqué el celular para llamar al amigo, pero en eso veo que entra agitado al café y enseguida me localiza.

—Disculpa por la tardanza —se quitó su abrigo, el amigo parecía tranquilo, pero eso fue lo mismo que pensé de Andrés y resultó ser un maniaco. Por instinto me puse a la defensiva.

—¿Qué me tienes que decir que no pudo ser por llamada? —fui directa.

Ray resopló, como si supiera que esto pasaría.

—Andrés tiene problemas —no shit Sherlock pensé inmediatamente —no es la primera vez que se comporta así con sus parejas sentimentales.

Eso si me sorprendió ¿entonces si es algo patológico?

Lo miré dando entender que continuara con lo que tenía que decir.

—Siempre he estado yo ahí para controlarlo —dijo el amigo cansado, era un cansancio real —no te voy a convencer de que es buena persona, tienes todo el derecho de odiarlo, yo intento alejarme de él, pero veo como se esfuerza en cambiar y salir de esos ataques de manía y no lo puedo abandonar, es mi amigo...

Que difícil situación, comencé a sentir pena por él, pero de pronto veo por la ventana que Andrés estaba por entrar al café así que instantáneamente lo interrumpí y tomé mis cosas.

—¿Qué acabas de hacer? —pregunté con voz entre cortada y asustada, debí haberle avisado a Joji.

—Alexia, no te va hacer nada —rogó —te va a pedir disculpas, es todo.

Andrés ya estaba a la altura de nuestra mesa y se le veía sumamente apenado, tanto que pareciera que empecé a sentir pena por el, pero no. Recordé el miedo que sentí en ese día, como me gritó e insultó y golpeo a Joji. No iba a sentir pena por alguien que me violentó. Se sentó a un lado de su amigo y al mirarlo a los ojos, lágrimas silenciosas comenzaron a brotar.

—Jamás quise tratarte de esa manera —comenzó intentando regular su voz —no me voy a excusar con nada, lo hice y punto. Solo quiero que sepas que me arrepiento, perdóname... —no le fue posible continuar porque rompió en un llanto de puro sufrimiento.

Su amigo tenía una mano en su espalda dandole palmadas.

Yo no sabía como actuar, que sentir, ni que decir. Estaba incómoda, pero por alguna extraña razón me compadecí de su dolor. Definitivamente no iba a perdonar el miedo que me causó, pero realmente agradezco su disculpa y espero que no sea una disculpa vacía y sin trasfondo.