🩰 ; vecinos

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Era la tercera vez en aquella semana que los molesto ladridos del perro de su vecino lo despertaban, ¿Ese perro no tenia modales o que? Estaba hartó, para nadie era gratificante llegar cansado del trabajo con muchas ganas de acostarse a dormir hasta el día siguiente y que un perro <<que de seguro vivía mejor que cualquiera>> desde muy temprano empezará a ladrar como si estuviera sufriendo una tortura demasiado dolorosa. Aunque si lo pensaba bien, el que estaba siendo torturado era él.

Cuando decía que estaba harto era enserio, tenía nomas de 6 meses viviendo en aquel lugar y durante toda su estadía ese fastidioso perro le jodia las ganas de vivir. Jimin no era alguien que odiara a los animales, de hecho los amaba. Por algo tenía un bonito gato bicolor, pero ese no era el caso, su problema era el perro de su vecino, que para arruinar su situación jamás le ha visto la cara.

Las ganas que tenía de ir y quejarse lo tenian loco.

Con pereza y muchas ganas de morirse, se levantó de su comoda cama, los ladridos del perro no cesaron en toda la mañana hasta que dio las 09:00am, con eso Jimin se percató de algo, por fin, después de tanto alboroto escucho una voz humana y eso solo significa una cosa, el dueño del perro por fin se encontraba en casa.
Con eso en cuenta, Jimin se apresuró en salir de su hogar e ir donde su vecino, claro que si, se encargaría de que este escuchará todo lo que tenía que decir.

Ni bien salió de su hogar, salió disparado a la puerta de al lado y la tocó con fervor, espero unos segundos a que esta fuera abierta y cuando por fin sucedió las palabras fluyeron como viento de su boca, hablaba tan rápido que el sujeto frente a el no parecía llegar a entender por completo lo que decía.

—  Agradecería si arreglaras ese detalle — terminó de hablar.

Namjoon, quien para este punto estaba sin entender nada quedo mudó, no reaccionó hasta que escucho los pequeños ladridos de su mascota.

— Adentro — le ordenó al pequeño animal de manera suave, más este no le hizo caso y se acercó a su vecino paseándose alrededor de sus piernas como un gato.

— Así que esta pequeña cosita es la que causa tanto ruido — se agachó para acariciar al canino. — Macho? — le cuestionó al hombre frente a él.

— Hembra, tiene 8 meses, perdón si ha causado muchos problemas, no tengo con quien dejarla — se rasco la nuca avergonzado.

— Esta bien, comprendo eso, pero deberias de intentar dejarla en una guardería para perros, tengo un amigo que trabaja en eso te puedo pasar su contacto. — se levantó dejando de lado a la pequeña perrita que comenzaba a moverse inquieta por la falta de mimos.

— Es una necesitada de amor — se río y la cargo.

— Sí... En serio me disculpó por todo el alboroto que hace, no crei que hiciera tanto desastre, o sea, nunca recibí quejas así que supuse que no molestaba.

— Yaaa, se me pasó todo el enojo al ver lo pequeña que es, es una bebé, no puedes dejarla sola — regaño al mayor.

Este soltó una risa — Si, ya me encargaré de eso, ¿Te gustaría tomar un café?

— No soy muy fan, pero si tienes té aceptó.

— Pues parece que hoy es mi día de suerte — lo invitó a pasar. — También tienes mascotas?

Jimin asintió — Un gatito de 3 años.

— ¿Y donde esta? — pregunto el mayor curioso, en ningún momento vio indicios de que hubiera un gato en el lugar.

— Ya sabes como son los gatos, seguro esta con su otra familia — Jimin se río — Bromeo, esta en alguna parte de la casa durmiendo.

— Los gatos son difíciles de tratar — dijo mientras tomaba asiento y esperaba a que el agua se calentara — Pareces agradarle bastante — cambio de tema refiriéndose a su perrita que estaba demasiado cómoda en los brazos de Jimin.

— Supongo que es parte de mi encanto — susurro mientras acariciaba la cabeza del animal.

Namjoon estaba a nada de decir algo cuando escucho un maullido frente a su puerta, con una disculpa se levantó de la mesa y fue a abrir, topandose con un gato que sin importarle nada entró a su hogar como si fuera el propio. Vio como el gatuno se paseaba por toda su sala hasta dar con el comedor y subirse sobre Jimin sin importarle el otro animal que estaba sobre el hombre.

— Hola Tomi~ — Escucho a su vecino saludar con voz melosa al gato.

— Wow, ¿Como supo que estabas aquí? — estaba sorprendido — Literalmente solo abri la puerta y entró como si fuera su casa.

Jimin se río — No se, supongo que la conexión mascota-dueño le dijo donde estaba.

— Increíble...

— ¿Y como se llama esta pequeña? — luego de estar un rato se dio cuenta de que ni siquiera sabia el nombre de su vecino.

— Cley — cuando dijo aquel nombre la perrita movió las orejas.

— Lindo nombré, y tú ¿Como te llamas?

— Namjoon — le dijo mientras le servía el té.

— Gracias, yo soy Jimin.

— De nada, es un gusto — le sonrió para después darle un sorbo a su café.


One Shots Nammin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora