🩰; primera cita

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Decir que estaba nervioso quedaba cortó, mientras que su parte humana pensaba en quedarse en casa y no ir a esa cita, su Omega se revolcaba feliz en su interior, y es que, ¿Cómo no lo estaría si su alfa lo había invitado a una cita? Bueno, aún no era su alfa, pero pronto lo sería.

El punto es que, Jimin sentía que moriría de los nervios, ¡Iba a tener una cita con Namjoon! !Una cita! La felicidad en su sistema era demasiado evidente, pero también estaba ese pequeño miedo a que su salida fuera un fracaso. Por más feliz que estuviera no podía evitar en pensar cosas malas.

El sonido del timbre de su apartamento ser tocado provocó que su Omega empezará a soltar feromonas de felicidad, Nam ya había llegado por él. Con manos temblorosas se acercó a la puerta y antes de abrirla se dio una rápida mirada al espejo escaneado su apariencia, quería verse presentable ante el mayor. Sin hacer más larga la espera abrió la puerta.

La sonrisa con hoyuelos que lo recibió al estar finalmente cara a cara con el contrario hizo que un fuerte sonrojo se apoderara de su rostro junto a una sacudida en su pecho.

- Hola, Minnie - saludo haciéndole entrega de una cajita.

- Hola, Alfa- Nam - saludo de vuelta recibiendo el presente - ¿Que es?

- Te recomiendo verlo después de nuestra cita, ¿Vamos? - le extiende la mano esperando a que la tomara. El menor asintió y con ese gesto emprendieron camino a su cita.

- Nunca me dijiste a donde iríamos - Jimin rompió el breve silencio que los había envuelto mientras caminaban hacia el ascensor. Namjoon lo volteo a ver.

- Es una sorpresa - hizo más firme el agarre entre sus manos. Con eso dicho esperaba que el menor insistiera en preguntarle que era, pero lo único que pudo notar era como estaba violentamete sonrojado mientras miraba sus manos entrelazadas. Eso lo hizo sonreír en grande.

La puertas del ascensor se abrieron y ambos chicos salieron de este.

- ¿Esta muy lejos? - y ahí empezaban las preguntas, no era secreto que Jimin era alguien que disfrutaba de hablar mucho.

- No mucho, pero hay que apurarnos para disfrutar el mayor tiempo posible. - Nam en cambio era alguien de pocas palabras.

- Aaah, ¿Iremos en Uber?

- Traje mi bicicleta - le sonrió.

Jimin se cubrió la boca sorprendido ¡Eso era demasiado romántico!

- Entonces apurate! Ya quiero subirme. - se soltó del agarre que tenía con el mayor y corrió a la entrada del edificio, ni siquiera espero a que el alfa le indicara subirse, simplemente tomó su lugar. No le importo parecer un atrevido, con Namjoon, no sentía la necesidad de pensar dos veces.

- ¿Subes o esperas para teletransportarnos?

Nam no pudo evitar carcajearse ante lo dicho por el Omega - Ya vamos.

Y con eso dicho finalmente emprendieron camino. No habían pasado 5 minutos y Jimin ya se encontraba impaciente.

- Ya llegamos? - se agarro fuerte del alfa cuando empezaron a bajar una colina.

- Aún no. - dicho eso el Omega se quedó callado.

Comenzaba a distraerse con el rico aroma del alfa, estar detrás de él le daba más acceso a poder sentir el olor a galletitas de navidad combinado con un toque a naranja. Ante sus fosas nasales, ese era el mejor perfume del mundo. Sin vergüenza alguna comenzo a frotar su nariz en la espalda del mayor tratando de obtener más de aquel licor tan rico.

- Jimin.

- Uh - soltó un leve murmuro, estaba demasiado concentrado buscando obtener más del aroma del alfa.

- Ya llegamos.

- Okay - sin más opción se alejo del moreno y bajo de la bicicleta. Una vez se percató del lugar en donde estaban, volteo a mirar a namjoon. - ¿E-es? - el mayor asintió.

- ¿¡Como supiste que quería venir aquí!? - exclamó emocionado.

- Eso es algo que no pienso revelar - le dedicó una gran sonrisa al Omega - Vamos, hay que entrar - le extendió la mano y esta rápidamente fue tomada.

Jimin se notaba más que emocionado, le hacía mucha ilusión que el alfa fuera tan atento con él como para saber algo de esa magnitud. Aunque bueno, no era secreto para nadie que el omega era un gran fanático de los legos.

La emoción en su ser al cruzar la enorme puerta de aquel maravilloso lugar no se comparaba con nada, se sentía demasiado feliz.

- Es demasiado grande - comentó fascinado mirando todo a su alrededor.

- Sí... - namjoon no podía despegar su vista del menor, joder, ese omega le gustaba tanto.

- Oh, vamos ahí! - sin recibir respuesta Jimin agarro del brazo a Namjoon y lo arrastró al área que había llamado su atención. Era una sala con múltiples mesas y muchos legos en ellas para que cada quien pudiera armar lo que quisiera.

Al moreno no le molesto para nada que el omega lo arrastrara a donde quería, de todas formas esta cita era para complacerlo a él. Tampoco le molesto que este lo dejara parado solo en medio del gran salón mientras que se dirigía a cada una de las mesas para elegir la que fuera de su gusto. Simplemente lo dejó ser, verlo feliz hacia que tanto su alfa como su parte humana también lo fueran.

- Nam, ven aquí! - chillo contento al haber encontrado una mesa.

Con ese llamado sus piernas se movieron solas hasta llegar a su omega-no-omega.

- Hagamos una casa juntos - dijo con tono meloso.

"Oh, mierda" - pensó Nam - aquella oración había provocado muchas cosas en él.

- Lo que el rey pida - sonrió en grande al ver lo nervioso que el contrario se notaba.

- horas más tardé -

- Gracias por la salida de hoy, me gusto mucho - agradeció el menor una vez estuvo frente a su hogar.

- No tienes por que agradecer, me gusto mucho pasar el día contigo - se sincero - Para la próxima cita te invitaré a un lugar mucho mejor.

- No digas eso! - medio grito, estaba demasiado rojo - No creo que lo de hoy superé lo que se viene, ya sabes, yo amo mucho los legos.

- Lo sé. - fue lo último que dijo para después perderse en los ojos contrarios, estos parecían dos enormes luceros los cuales con solo una mirada iluminaban todo a su paso, dos hermosos luceros que con una pequeña dedicatoria hacia que su corazón se sacudiera con fuerza, Dios, definitivamente estaba enamorado de Park Jimin.

No se dio cuenta cuando sin querer dejó salir a su lobo, Jimin se percató de eso cuando sus ojos brillaron con un hermoso azul oscuro.

- Hola Koda - saludo con una sonrisa.

- Jimin... Puedo ver a Dai?

- Oh, esta bien - No hizo esperar mucho al lobo, además de que el suyo también estaba ansioso por salir.

- Hola Koda! - se lanzó a abrarlo, con solo ver el cambio de ánimo el lobo pudo ver que era su omega.

- Hola Dai, ¿a dónde quisieras ir en nuestra próxima cita? - le hablo mientras se restreba en el cuello contrario, inconscientemente estaba impregnandose de su aroma y marcando territorio.

- No lo se, tal vez podríamos convencer a nuestros humanos de dejarmos tomar nuestra forma lobuna? Quiero pasar tiempo con mi alfa.

- Me encanta tu idea, hagamos eso entonces.

- Okay, ya me tengo que ir, Jimin quiere volver - se río travieso.

- Namjoon también - soltó una carcajada - Nos vemos luego - se despidio antes de que Namjoon saliera por completo.

- Entonces...? - Jimin volvió en sí.

- ¿Quieres ver una película en mi casa? O podría ser también aquí en la tuya...

- Que sea en la tuya.

One Shots Nammin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora